Pensamos que está mintiendo porque lo ha hecho otras veces, al igual que lo ha hecho su jefe, pero no nos importa concederle el beneficio de la duda y admitir que en esta ocasión Alfredo Pérez Rubalcaba dice la verdad, o que por lo menos no está diciendo lo contrario de lo que piensa, cuando afirma que España saldrá de la crisis este año. Si no nos falla la memoria, y no nos suele fallar, cada vez que el jefe del señor Rubalcaba, el inefable Rodríguez Zapatero ha dicho que la economía española va a mejorar y que se va a crear empleo, ha ocurrido lo contrario. Más paro y peores perspectivas para todos.

En cualquier caso, ¿qué nos importa a nosotros lo que ocurra en España? Sentimos la desesperante situación de ese país porque España nos ha dado su cultura y su lengua y porque nada tenemos contra el pueblo español. Sin embargo, no podemos olvidar que Canarias se encuentra mucho peor que su Metrópoli por culpa de su situación colonial. Mientras que en la Península el paro afecta al 20 por ciento de la población activa, en Canarias tres de cada diez personas con posibilidad de trabajar no pueden hacerlo porque no hay trabajo. Lo que hay, y cada día más, son colas de hambrientos. Aun en el caso de que Rubalcaba tenga razón -algo, insistimos, de lo que dudamos mucho-, ¿por qué tenemos que esperar a que se recupere la economía de la nación que nos sojuzga colonialmente para que mejore igualmente la nuestra? ¿No comprende usted, don Paulino, que siendo libres y disponiendo por entero de nuestros recursos podemos salir de la crisis mucho antes que España, porque nuestros recursos, tanto los presentes como los potenciales, son inmensos pero no nos sirven porque se los maman los españoles?

Don Paulino: durante los últimos días hemos sido duros con usted en nuestros comentarios y editoriales. Nos ha dolido ser tan críticos, pero también nos duele su indolencia ante el hambre de los canarios. Pero a pesar de estas asperezas, seguimos confiando en usted. Estamos convencidos de que es la persona adecuada para dar el paso decisivo de pedir la independencia de su tierra. Todo lo demás son monsergas, don Paulino; la reforma del Estatuto -¿es posible que siga pensando usted en un Estatuto políticamente infame, que prolonga nuestra dependencia colonial y perpetúa las afrentas contra Tenerife en beneficio de la tercera isla?-, los pactos absurdos de sus quíqueres en Madrid con los socialistas de Zapatero e incluso su prevista reunión con el presidente del Gobierno de España no son sino una inútil pérdida de tiempo. Vaya a reunirse con Zapatero, pero para plantearle que de forma inmediata debe establecerse un calendario de negociaciones sobre la independencia de Canarias. Lo demás, volvemos a decírselo, son ganas de perder el tiempo y de jugar macabramente con la miseria del pueblo canario.

¿Quiere una prueba de que tenemos razón en cuanto decimos? Se la damos enseguida. Ayer publicábamos en nuestra primera página una noticia esperanzadora para estas Islas. Canarias sumó en marzo 1.025.000 pasajeros extranjeros, cifra que implica un incremento del 21,75 por ciento con respecto al mismo mes de 2010. ¿Y de qué nos sirve todo esto, don Paulino? Del dinero que aportan a las Islas esos turistas, ¿cuánto se queda aquí y cuánto lo recauda la Hacienda española con sus oficinas tributarias? ¿De qué nos vale que venga un millón más de turistas cada año, don Paulino, como usted pretende, si no somos dueños de nuestros recursos? Si hasta tenemos que pedirle al chisgarabís peninsular de turno que nos suprima las tasas aeroportuarias para no perder a esos visitantes que tanta falta nos hacen, porque no somos dueños de nuestros propios puertos y aeropuertos. No somos dueños de nuestra tierra, ni de nuestro cielo ni de nuestro mar. Ni siquiera somos dueños de nuestras vidas porque no somos criaturas libres de Dios, sino indígenas colonizados o europeos ultraperiféricos.

Se dice que los socialistas canarios no quieren que usted, don Paulino, se entreviste con Zapatero en Madrid en plena campaña electoral porque eso perjudicaría sus intereses. Los socialistas han llegado a decir, por boca de su portavoz en el Parlamento de Canarias, que no es lo mismo ser del PSOE y estar imputado judicialmente que estarlo en el caso de pertenecer a otro partido. ¿Y con esta gente quiere pactar usted, don Paulino? El único pacto posible, se lo reiteramos como última idea de este comentario, es la hoja de ruta para la descolonización. No pierda esta oportunidad, si es que Zapatero llega a concedérsela.