PARA el avance de una sociedad no solo es necesario que se investigue y se innove, que se estudie y analice, que se creen proyectos y vías de profundización política y/o empresarial hacia nuevas actividades o espacios con fórmulas para la diversificación. Además, tiene que haber grupos y personas que, estando en disposición de poder invertir, se muestren con ánimo suficiente para financiar y dar fuerza a las aventuras en las que todos los partícipes puedan obtener resultados positivos, mojándose en el sentido financiero con los proyectos que lo merezcan desde el punto de vista de la rentabilidad y seguridad. Desde una bella idea empresarial a una realidad madura hay un camino generalmente largo que tiene que ser salvado con las dosis oportunas de trabajo y riesgo.

El valor del "factor Canarias" es una premisa que tendría que jugar como una ficha de peso y confianza para que los capitales ligados a estas Islas se vinculen y sirvan de base a una economía que puede tener muchas y variadas perspectivas de crecimiento. Quizás sea un buen momento para apostar por la tierra. Hay muchos sectores y muchas posibles aventuras enfocadas hacia un futuro que podría ampliar las perspectivas a poco que incrementemos la determinación.

Hay consenso sobre que ha llegado la hora de acometer la renovación de la planta hotelera. La hora de capitalizar y profesionalizar con más integralidad el sector primario, la hora de industrializar en mayor porcentaje, la hora de reducir la dependencia, la hora de incursionar o profundizar con garantía en África y América… Tenemos los medios y las capacidades para acometer las citadas tareas buscando la eficacia y la optimización en estos retos, solo nos falta estructura y capital, y en esto segundo habría que meter alguna dosis de valentía y amor hacia el archipiélago.

Digo yo, ¿cuántos han invertido fuera y se han estallado como una pita? Por ejemplo, parece incomprensible que en el canto de sirena o en la trampa urdida por Nueva Rumasa hayan caído unos cientos, probablemente pasando del millar, de paisanos que perfectamente en este caso con bastante menor riesgo podían haberse planteado la inversión en casa. Hay mucha variedad de opciones, solo hay que creer e informarse bien. ¿Por qué no?

Los Beatles lo hicieron. Es fundamental, porque en ese caso para aplicar cualquier descubrimiento científico es necesario invertir dinero. ¿Quién lo haría aquí? El cuarteto de Liverpool puso pasta para el ahora muchísimo más desarrollado TAC (Tomografía Axial Computarizada), o escáner. Un aparato de diagnóstico clínico que tan solo era un esquema imaginario cuando tuvo la suerte de conseguir la financiación de la compañía discográfica FMI, que producía los discos de los inmortales ingleses. En ese agraciado laboratorio, el ingeniero Goodfrey N. Hounsfield trabajó en la creación de un nuevo aparato de radiodiagnóstico por el que más tarde, en 1979, fue distinguido con el Nobel de Física. Su objetivo, decía, era que fuese capaz de "crear una imagen tridimensional de un objeto tomando múltiples mediciones del mismo con rayos X desde diferentes ángulos, y utilizar una computadora que permita reconstruirla a partir de cientos de planos superpuestos y entrecruzados". La nueva técnica, bautizada como tomografía (del término griego "tomos", que significa corte) permitía por aquel entonces solo examinar físicamente el cráneo, algo impensable en la década de los 70, cuando los primeros prototipos fueron lanzados al mercado.

Puede que alguno de ustedes se haya metido dentro de uno de estos cacharros para que examinen su corazón, cerebro, riñones, zonas óseas o musculares. Lo cortan en finas rodajitas, en sentido figurado digo, a base de rayos X, con una técnica de visualización en el que un ordenador combina las imágenes finales que representan cortes tridimensionales del cuerpo. La ventaja definitiva es su capacidad de obtener imágenes de huesos, tejidos blandos y vasos sanguíneos al mismo tiempo. A diferencia de los rayos X convencionales, la exploración por TAC brinda imágenes detalladas de numerosos tipos de tejido así como también de los pulmones, huesos y vasos sanguíneos. Los exámenes por TAC son rápidos y sencillos; en casos de emergencia, pueden revelar lesiones y hemorragias internas lo suficientemente rápido como para ayudar a salvar vidas.

The Beatles no solo rompió con una época e innovó la música, sino que también fue capaz de invertir en un progreso para el mundo, centrado en su país y muy rentable a su bolsillo.