NO LE VAN las cosas bien a Coalición Canaria. El discurso del presidente del Gobierno, Paulino Rivero, en la sesión parlamentaria sobre el estado de la comunidad fue una simple exposición de las gestiones llevadas a cabo por el propio mandatario, con una cita de cantidades y de números difíciles de mantener en la memoria y que precisaban una cuartilla para tomar nota.

Días pasados, concretamente el domingo 13 de febrero, este periódico, bajo el título "CC se autoconvence", publicaba el comienzo, el día anterior, de la precampaña electoral en un acto, dice el diario, "de exaltación y motivación nacionalista", que reunió a cerca de unas mil personas, en el Puerto de la Cruz.

Bajo el epígrafe general de "Soluciones para nuevos tiempos", se habló, durante hora y media, con la seguridad de ganar las próximas elecciones, poco o nada de autocrítica y mucho de crítica a los partidos adversarios.

Uno de los oradores, don Francisco Linares, llamó "yogures desnatados y caducados" a los candidatos a la presidencia del Cabildo Insular don Aurelio Abreu (PSOE) y a don Antonio Alarcó (PP), que pretenden desbancar al representante de CC, Ricardo Melchior.

Sumaron una docena los oradores en el acto, todos los cuales fueron continuamente aplaudidos, en especial el señor Linares, doña Ana Oramas, Melchior y Paulino Rivero, el cual dijo que se propone "hacer pueblo", "hacer patria", "hacer país", "hacer nación", aunque pudo ahorrarse varios sustantivos por dar varios nombres a lo mismo. Dicen -que no lo puedo afirmar porque no estuve allí- que Melchior afirmó en su intervención que "PP y PSOE practican el canibalismo político". No sé si se refería a que se merendaban a un diputado o a una diputada, porque canibalismo es comer carne de gente; pero peor es la cosa cuando los del PP y PSOE se comen a sus propios compañeros. Y lo digo no porque se alimenten de carne humana, sino porque se quedarían sin los votos de los sujetos y sujetas ingeridos.

El señor Linares dicen que dijo en su intervención que CC va a dar el mayor estampido nacionalista de la historia. He visto y escuchado, cuando fui oficial de Artillería, muchas clases de estampidos de piezas de campaña y antiaéreas de varios calibres, pero nunca un "estampido nacionalista". Será curioso ver cómo estalla un partido político, como la cosa no sea dicha en sentido figurado, y, en este caso, el estampido acaba de producirse en el municipio gomero de Valle Gran Rey, en el que Coalición Canaria acaba de pasarse, con armas y bagaje, que se dice en lenguaje militar, al enemigo, o sea, al Partido Popular.