ESTE AÑO, las fechas más conocidas de los Carnavales se desarrollarán en la primera quincena de marzo; las elecciones, a final de mayo, y la Semana Santa, a final de abril. Casi en verano.

Ahora, aparte, tienen previsto rodar un largometraje de vampiros, "Fray Basilio", relato de Pablo Macagno y en el que intervendrán como protagonistas los componentes del colectivo Teatreros Bacaguaré. La historia que contará la cinta se desarrolla en una ciudad, Santa Cruz-La Laguna, que se pone en pie de guerra ante la aparición de un muerto con evidentes signos de haber sufrido vampirismo y la posterior desaparición del cadáver tras ser robado del depósito municipal.

Normal, ¿no? Qué susto. La situación genera una paranoia popular imparable, una manifestación de pánico colectivo para pedir a las autoridades explicaciones racionales de lo que ocurre. ¿Será Santiago Pérez? ¿Será Ángel Llanos? ¿Será Juan Francisco López?

Juan Carmona, como director, se introducirá en el papel de fray Basilio, una especie de detective eclesiástico que da nombre a la película, y, además, estarán en el elenco de personajes protagonistas el padre Jack, enviado del Vaticano, rol que ejercerá el actor Francisco Javier Velázquez, y, por supuesto, el asesino vampiro, un papel reservado al escritor y periodista Cirilo Leal.

En cuanto a los escenarios del rodaje, ya está definido el de una casa antigua de La Laguna, así como el del bosque de laurisilva que rodea Aguere. También habrá escenas en exteriores de Santa Cruz, como en una terraza, o en La Montañeta (barrio de Los Lavaderos), así como en facultades universitarias, entre ellas la de Física.

El actor y director tinerfeño ha definido el guion durante el pasado mes de diciembre y su idea es comenzar a rodar de manera inminente. Al respecto señaló: "Después de tres meses de ensayo, creo que en apenas veinte días se hará realidad la película. Harán falta un par de meses más para editar y espero que a principios del verano podamos estrenarla".

El argumento mezcla lo serio y lo cómico en una línea similar a obras maestras del cine como "El guateque" o "La Pantera Rosa", ambas del recientemente fallecido Blake Edwards, e interpretadas de manera magistral por Peter Sellers. Enredos, dobles sentidos y situaciones cómicas se mezclan con momentos más inquietantes, los que reflejan lo sobrenatural, con la paranoia o el delirio que pueden llegar a percibir los enfermos mentales, muy presentes en la trama.

"Después de tres meses de ensayo, creo que en apenas veinte días se hará realidad la película. Hará falta un par de meses más para editar y espero que a principios del verano podamos estrenarla". "Hay material suficiente para el largometraje, porque detrás de lo escrito por Pablo hay toda una filosofía que entronca con el mundo de los vampiros". "Queremos mezclar mundos como la psiquiatría, la enseñanza y la defensa del medio ambiente con la iglesia o los poderes fácticos, el bien y el mal, siempre en lucha. Ese mal busca abducir e, incluso, hay una escena en la que el interior de un cuadro se transforma en imágenes reales con gente que parece pasar al otro lado". "La película precisa de muchos extras, ya que abundan las escenas corales, pero la respuesta ha sido muy importante, ya que hay gente que quiere participar a raíz del éxito de las Fábulas de Tomás de Iriarte". Son extractos de lo que ha dicho su creador, Juan Carmona.

Lo que no queda claro es si se rodará durante los Carnavales, con lo que se podría interactuar, si lo requiriera el guion o alguna escena implantada, solicitando a los que lo deseen y puedan asistan a un sitio y a una hora en concreto para acompañar como los zombis de "Thriller" en el vídeo musical de Michael Jackson. Estaría simpático, aclarando primero que los vampiros no tienen nada que ver con los zombis. Habría que separar el trigo de la morralla para que no se mezclen conceptos.

En Semana Santa quizás sería bastante de mal gusto andar por ahí, por casas antiguas, bosques de laurisilva, terrazas, facultades o el barrio de Los Lavaderos haciendo el vampiro y en plan chupar la sangre; lo ideal sería dejarlo para las elecciones en las que, tal y como está el paño, van a difuminarse perfectamente en el ambiente y, dado el despiste general, con un poco de suerte pueden salir hasta elegidos.