2011 ha arrancado con alzas de precios en los principales servicios básicos, como la electricidad, los carburantes y el gas. Además, la crisis económica complica aún más el actual escenario.

Para analizar este asunto con detalle, EL DÍA ha organizado esta semana un debate bajo el título genérico "Subida de precios".

Los invitados son el vicepresidente de Comercio de la Confederación Provincial de Empresarios tinerfeña (CEOE-Tenerife), Jesús Francisco Gómez Méndez; el titular de la Asociación Industrial de Canarias (Asinca), Ramón Villalba González; el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Canarias (ATA-Canarias), Juan Carlos Arricivita Bello; el secretario general de la Unión de Consumidores de España (UCE) en Tenerife, Raúl Alonso Fernández, y el economista y director del gabinete técnico de CCOO-Canarias, José Miguel González Hernández.

De entrada, Ramón Villalba corroboró que "hay una subida generalizada de precios que afecta fundamentalmente al sector energético, electricidad, gas y combustibles, con alzas desproporcionadas, que se corresponden con máximos históricos en un momento de recesión como éste".

El presidente de Asinca afirmó que la subida del recibo de la luz es "absolutamente anormal y desproporcionada" y dijo que hay que entenderla "como una consecuencia directa de la falta de planificación y de no acometer a tiempo la reestructuración del sector energético. En los últimos años se ha propiciado un desarrollo de las energías alternativas con unas primas importantes y no se ha tenido en cuenta un mix de generación y producción que permitiera compensar los sobrecostes".

Los industriales continúan reivindicando "una reestructuración profunda del sector energético en España, que se sigue sin acometer y parcheando mucho. Al final llega este incremento porque las eléctricas van a reclamar los sobrecostes que tienen en la producción, y eso lo pagamos los usuarios. Esta circunstancia no sólo va a afectar a todos los consumidores. En las empresas y, en especial, las industriales, supondrá un factor de coste importante".

Villalba añadió que las materias primas "también merecen un análisis muy especial. Las malas cosechas que se han producido afectan seriamente a todos los cereales, al café, el azúcar y demás. Hay incrementos ya constatados, como un alza en el cacao del 300%, del 64% en la cebada y del 60% en el trigo, con lo cual ya sabemos qué productos de alimentación resultarán afectados. Todos estos incrementos también repercutirán negativamente en los consumidores", aseveró.

A su juicio, "todo esto se concreta en una subida de la inflación, que ya se habla del 2,9%, que además se puede traducir en una pronta subida de los tipos de interés. Ello tendrá un efecto negativo sobre el precio del dinero. En un momento de recesión en el que no hay inversión y hay escasez crediticia, si el poco dinero que pueda circular se pone a niveles inalcanzables, el Gobierno tendrá que intervenir parea establecer unas reglas del juego que atenúen esta situación. Si el consumo ya se ha resentido en ejercicios pasados, ahora caerá más y, desgraciadamente, las empresas y el empleo lo van a pasar muy mal".

El consumo se resentirá

Jesús Francisco Gómez manifestó que la patronal de la provincia tinerfeña "ve la actual situación con mucha preocupación. No hay liquidez, los precios han comenzado a subir y no sabemos cómo vamos a salir de ésta".

Gómez afirmó estar "seguro" de que el consumo "se va a resentir, aunque estos días haya mucha gente en la calle de compras por las fiestas que celebramos". Y añadió, en relación con los precios en alimentación que en los mismos "no se van a registrar aumentos desorbitados".

Por otro lado, indicó que "los hábitos en el consumo han cambiado. Ya no se compra un kilo de carne, sino de pollo, porque es lo único barato que hay. El rey del consumo ahora mismo es el ave. La gente trata de llenar el estómago con productos más económicos".

El vicepresidente de la CEOE-Tenerife añadió que, más que por la subida de precios y la caída del consumo, los empresarios están preocupados por "la gran cantidad de gente que se queda sin trabajo y sin ayudas para, al menos, poder comer". E hizo hincapié en que la subida de precios "es escandalosa teniendo en cuenta que los sueldos no se van a mover".

También prevé "un año muy duro y negativo" el titular de ATA-Canarias, quien resaltó, además de las citadas, las subidas impositivas -algunas ya consolidadas-. "Todo ello lo está notando el consumo", apuntó Arricivita, que subrayó que el sector comercial ha registrado una caída del 15% en sus ventas de la campaña navideña.

A las negras perspectivas del arranque de 2011 de los autónomos contribuyen también la alta morosidad entre empresas y la falta de liquidez, así como la "probable" -señaló el representante de los autónomos- intervención de cajas de ahorros "en el segundo trimestre".

Además, Arricivita hizo hincapié en que los préstamos del Instituto de Crédito Oficial (ICO) "no funcionan porque los bancos cortan estas operaciones, mientras que las sociedades de garantía recíproca no tienen capacidad. El dinero no llega, y encima el Gobierno autonómico paga a 197 días de media y los ayuntamientos ya ni eso".

Sobre el encarecimiento de los servicios básicos, remarcó que la subida de la luz y de la gasolina "afecta directamente a los autónomos, que son los que menos facilidad tienen para acceder al crédito y los últimos a los que la Administración paga. En resumen, los grandes perjudicados en esta crisis".

"La cosa no pinta bien y lo único que nos puede salvar es el turismo, sobre todo si persiste el frío en Europa", agregó el presidente de ATA-Canarias, que, de todas formas, avisó de la merma del poder adquisitivo de quienes visitan Tenerife: "Lo que está llegando es para asustarse; en hoteles de cinco estrellas aparecen turistas con las bolsas del supermercado".

Raúl Alonso, por su parte, atribuyó la actual situación económica, debida en buena parte a los "desmanes del sacrosanto mercado", a que los gobiernos, sobre todo europeos, "han limitado enormemente su capacidad de actuación. La realidad -argumentó- ha demostrado que toda la ola liberalizadoide que vivimos no ha sido en beneficio del conjunto de los ciudadanos, y ha dejado sin armas a los gobiernos. Ha provocado una enorme concentración de capital en empresas cada vez más potentes y con un control absoluto de sus trabajadores, pero también de productores, distribuidores y consumidores".

Panorama inflacionista

Tras esta exposición, el delegado provincial de la UCE indicó que la subida de la luz, por sus efectos en cascada, tendrá una repercusión "evidentemente inflacionista", lo que hace prever "alzas de precios en prácticamente todo de aquí a unos meses". Y, apostilló, "cuanta menor capacidad de reacción tengan autónomos o pequeños comercios, mayor imposición de los grandes", lo que, a su vez, restará poder de decisión al consumidor.

La liberalización del sector eléctrico impide que ahora éste pueda "enjugar sus posibles pérdidas vía impuestos, lo que se supone que es más equitativo, y no por pura tarifa, que castiga doblemente a aquellos que menos tienen. A gente bien situada le produce poco problema la subida del 10% de la luz, pero los sectores más numerosos afrontan una quiebra importante en un producto que no pueden obviar, salvo que pasen directamente a la marginalidad. Es un ejemplo, pero ocurre con todo".

En consonancia con su apelación al poder público, resaltó que para la actual crisis "no hay una solución estatal, autonómica o local -aunque haya actuaciones que corresponden a esos ámbitos- porque el problema es global, de la falta de un poder globalizado".

Así, cuando se habla de volver a controlar los mercados financieros, "no ha habido acuerdos profundos a nivel internacional", recordó Alonso, quien reconoció que, a corto plazo, no se atisba un freno a esta situación, en buena parte debido a la falta de voluntad y pasividad de algunos gobiernos.

También se avecinan "malos tiempos", añadió, con la "desregulación" del mercado laboral, "que hará que, al final, se vaya a cortar por la parte más débil".

En este contexto, es previsible un deterioro del consumo, ya no sólo por la imposibilidad de quien está en desempleo, sino por la prevención y la política conservadora de quien teme por su empleo. Ello, según Alonso, es "aconsejable", ya que "aunque el consumo es en parte la solución, no es racional pedirlo a quien tiene dificultades".

Al hilo de lo expuesto por Alonso, José Miguel González indicó que "las cosas son caras o baratas dependiendo del nivel de renta de la población. Pero éste no es ahora mismo el problema, sino que el nivel de renta está muy limitado. Hay unos 100.000 canarios sin ingresos ni cobertura alguna, a los que se suman los desempleados que no entrarán en la rotación del mercado de trabajo". Esto último está ligado a que Canarias conserva hoy una estructura productiva "de mínimos". "Si no se genera más desempleo no es tanto porque hayan parado los despidos, sino porque ya no se puede despedir más", aseveró.

"La demanda está gravemente afectada por esa incertidumbre en la colocación de renta. Las 750.000 personas -explicó el representante sindical- que trabajan también van a experimentar modificaciones en su salario y sus condiciones de trabajo que generan más inquietud a la hora de ejecutar su gasto". En el mismo sentido va el desplome del ahorro "precaucional", subrayó.

Sobre la energía, se preguntó si los consumidores "estarían dispuestos a pagar el precio real de la electricidad generada a partir de fuentes renovables", e indicó que "uno de los mayores riesgos" de 2011 es la evolución del precio del petróleo, que puede anticipar alzas de los tipos de interés en Europa.

González apeló a la iniciativa privada como motor anticrisis ante una ley de presupuestos canarios "absolutamente cíclica, que va a menor poder recaudatorio y, por tanto, menor ejecución de los poderes públicos sobre la economía". Ello abona el terreno a una "peligrosa ruptura de la cohesión social" en las Islas, advirtió.

MIGUEL ÁNGEL RUIZ Y JOSUÉ GARCÍA Fotos: MANUEL EXPÓSITO