EL OTRO DÍA, un candidato a la Alcaldía de Santa Cruz propuso el avistamiento de aves en el parque rural de Anaga como una actividad para relanzar la economía de la ciudad.

Salvo que este candidato espere que la recuperación caiga del cielo, es la mayor chorrada electoral que he oído en los últimos tiempos, porque cuando la economía de la ciudad está rota, no se pueden proponer boberías, sino ideas que transformen completamente el modelo económico de Santa Cruz.

Y para eso, si al candidato no se le ocurre ninguna buena idea, debe preguntar a los economistas y no a sus asesores de campaña, que al parecer tienen menos ideas que él, porque la cosa no está para promesas electorales absurdas, sino para soluciones económicas inmediatas.

Santa Cruz ha basado su economía en los últimos cincuenta años, exclusivamente, en la actividad portuaria y el comercio. El puerto ha perdido definitivamente la batalla de la competencia con el de Las Palmas, por la nefasta gestión de los sucesivos presidentes, y el comercio está pasando su peor momento, por la crisis económica y la competencia de otros municipios.

La capital ha vivido hasta hoy de espaldas al turismo, al contrario que el resto de los municipios canarios, y la solución a su particular crisis debe venir del desarrollo de este sector. Y no me refiero al turismo de congresos, de cruceros, ni al avistamiento de aves, sino a convertir Santa Cruz en una verdadera ciudad turística, para lo que necesitamos una playa en el centro.

Playa que, por cierto, ya existió, la de San Antonio, y que la expansión del puerto enterró, convirtiendo Santa Cruz en la única ciudad del mundo que, teniendo costa, no llega al mar. Yo propongo recuperar nuestra costa y convertirla en un polo de atracción turística. Para ello, debemos construir una playa en el actual muelle Ribera, desenterrando la antigua playa de San Antonio y trasladando el único barco que aún opera allí, el de Acciona, al dique del Este.

Además de la nueva playa de Santa Cruz, hay que acondicionar Las Teresitas, con o sin el proyecto de Perrault, la playa de Valleseco, levantar el balneario, la marina frente al Cabildo y reabrir el Parque Marítimo. Alrededor de la costa se instalarían las cadenas hoteleras locales, nacionales e internacionales y vendrán los turistas a quedarse a Santa Cruz, en lugar de subirse en la guagua, cuando se bajan del crucero, e irse a pasar el día a otros municipios de la Isla.

El proyecto que defiende el CCN ha sido preparado por ingenieros y economistas, no por asesores electorales aficionados, y pretende cambiar el modelo económico de la ciudad, no ganar las elecciones con promesas inconsistentes y un gran aparato mediático que amplifique las chorradas que se les ocurran a los candidatos, porque las cosas están tan mal que ya no están para bromas.

Esta vez, la gente no se va a dejar engañar por los de siempre, que siempre dicen lo mismo sin ofrecer resultados. No podemos equivocarnos más al votar. Los casi treinta mil parados chicharreros no pueden esperar cuatro años más para encontrar trabajo. Los candidatos deben ser serios y presentar propuestas que creen empleo, porque estas elecciones las ganarán los parados al votar a quienes les busquen trabajo con propuestas concretas que reactiven la economía.