LO MENOS que se le puede pedir al presidente del Gobierno de España es, precisamente, que ejerza aquello para lo que se le ha elegido, es decir, que cumpla con sus funciones al frente de un país que necesita soluciones urgentes. En una palabra, que gobierne. Parece que, seis años después, estamos viendo que Rodríguez Zapatero se ha decidido a hacerlo y ha anunciado nuevas medidas para enderezar el rumbo de este barco.

Ya es firme: en 2011 comenzaremos a pagar los excesos de la fiesta del gasto del PSOE. Se ha anunciado que tendrán efecto para entonces la congelación de las pensiones, la supresión de los 426 euros a los parados de larga duración y la subida de los impuestos del tabaco. Enésimo anuncio de reformas inconexas del Gobierno, que añade privatizaciones parciales y, al fin, una rebaja del impuesto de sociedades para las pymes. Eso sí, de rebajar su nómina de casi 700 asesores no ha dicho nada.

Cómo han cambiado las cosas. Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, Esteban González Pons o Cristóbal Montoro, entre otras voces del Partido Popular, le pedimos hace más de dos años que adoptase medidas como agilizar la pesada carga de la Administración General del Estado, reduciendo el desorbitado coste de instituciones, fundaciones y empresas públicas, y reformulando ayudas como los 426 euros a los desempleados, que ahora muchas familias van a echar de menos.

Francamente, era preferible la opción que había propuesto el Partido Popular, conscientes de que esa paga mensual a los parados no podía mantenerse en el tiempo, de articular un sistema de apoyo a la pequeña y mediana empresa, con el fin de que el dinero público pudiera emplearse no para dar subsidios por no trabajar, sino para generar empleo, que digo yo que es de lo que se trata.

Cierto es que nunca estuvimos de acuerdo con esa subvención, pero ya de por sí es bastante duro para centenares de familias tinerfeñas tener a todos sus integrantes sin trabajo, como para, de buenas a primeras, perder toda ayuda. Esto es, el autoproclamado "gobierno social" del PSOE da carpetazo a los 426 euros al desempleo sin medidas que contengan el inexorable avance del paro.

Todos lo sabemos, la mayor virtud de los socialistas no es planificar. Razón tenía Margaret Thatcher cuando decía que el socialismo se agota cuando se acaba el dinero, pero el dinero de los demás. Y encima, cargando las tintas contra el más débil, como se hizo congelando las pensiones de, entre otros, unos 80.000 tinerfeños, que ahora tendrán menos dinero al mes, esto es, contribuirán a que haya menos euros circulando.

Los españoles estamos sufriendo, y de qué manera, las consecuencias de ese aviso a navegantes que tan acertadamente dio la Dama de Hierro de la política europea hace décadas. Pareciera que ella, una visionaria de la política, adivinaba el lugar al que iban a conducirnos seis años con Zapatero al timón.

Hay reformas estructurales muy serias que acometer para que este país pueda volver a crecer, en el sistema financiero, en el ámbito laboral y, muy especialmente, en lo que atañe a la propia Administración, y los populares ya hemos dicho que las respaldaremos si de verdad solucionan la situación y evitan que la Unión Europea venga a rescatar -o a remolcar, si me permiten seguir con el símil náutico- este barco lastrado por seis años de inactividad.

Como muestra, el dato que arrojan las cifras del desempleo en la isla de Tenerife durante los últimos doce meses. Somos líderes en destrucción de puestos de trabajo en toda España, como demuestra el que en cuatro años se haya duplicado el número de tinerfeños, casi 110.000, que constan en las listas del Servicio Canario de Empleo.

Sabiendo que 9.000 tinerfeños se han quedado sin trabajo desde noviembre de 2009, una sencilla división por los 365 días que tiene el año saca a la luz el dato de que en nuestra isla hubo en ese periodo 24 desempleados diarios.

Da pena pasear por las calles comerciales de Santa Cruz, como también de La Orotava, de La Laguna o de Granadilla de Abona, y sólo ver letreros con la funesta expresión "se traspasa". Son más de 4.000 los autónomos que han tenido que echar el cierre en Tenerife desde el año 2008, y quienes aún resisten lo hacen asfixiados por impuestos y aligerando sus plantillas.

La anunciada rebaja en el impuesto de sociedades es un balón de oxígeno a los autónomos que crean ocho de cada diez trabajos en España y que soportan impagos de las Administraciones Públicas por 13.000 millones de euros.

Me gustaría saber, sinceramente, por qué todavía el PSOE se resiste a aprobar una propuesta del Partido Popular de creación de una línea de Créditos ICO para que los ayuntamientos puedan saldar sus deudas con los pequeños y medianos empresarios, o cuándo se permitirá la compensación de impuestos a estos autónomos cuando no sea posible efectuar los pagos.

Sólo cuando se adopten las medidas que permitan frenar ese endeudamiento público, que tantas veces hemos solicitado, lograremos que las empresas vuelvan a caminar, a generar actividad económica y a sacar gente del paro. Imagino que habrá que esperar a que la Unión Europea dé un nuevo tirón de orejas a una ministra Salgado, a quien sólo me queda desear un poco más de acierto en su gestión, por lo menos para que la gente no tenga que optar entre pagar una factura o hacer la compra del mes.

A todas esas familias, a esos autónomos y a esos 24 tinerfeños que han ido perdiendo su empleo diariamente por culpa de tanto desacierto, quiero dirigir mi artículo de hoy. A todos ellos les digo que hay soluciones para la crisis y que el PP quiere aplicarlas desde que le sea posible en todas las instituciones.

Es fundamental comenzar a producir, y para ello tenemos que adoptar medidas que permitan aflorar esa iniciativa privada como ocurrió mientras gobernamos entre 1996 y 2004. El Partido Popular propone, como ha afirmado Rajoy, un plan económico global que estimule el crecimiento y mejore la competitividad.

Nos hemos acostumbrado demasiado a dar de comer a ese monstruo de lo público, y a políticos que sólo saben gastar y no conocen lo que significan las palabras administrar y priorizar. En esta sociedad del 2010 ya no hay café para todos, y algunos están tardando demasiado en darse cuenta de que tenemos que hacerlo mejor con mucho menos dinero, un dinero que donde mejor está es en manos de los particulares, de los autónomos, no en la esfera pública.

"Me repugna que el Gobierno de Rodríguez Zapatero haya eliminado la ayuda a los parados y al mismo tiempo se anuncien más obras del AVE para los próximos años". No lo digo yo, lo dice el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Jerónimo Saavedra, histórico dirigente socialista, para más señas.

Yo no seré tan dura como lo es él con su propio compañero. Simplemente le pediré "por favor", como hizo Mariano Rajoy esta semana en Lanzarote en un acto con simpatizantes y afiliados del PP, que adopte cinco sencillas medidas que ayuden a los autónomos a crear empleo. El próximo fin de semana, si no las han leído, yo misma se las contaré en mi cita con EL DÍA, a cuya plantilla y equipo de Dirección felicito por ser, un año más, el más leído de Canarias.