SEGÚN todas las señales que últimamente y por fortuna dejan huellas procedentes de importantes iniciativas que afloran en distintas instituciones, empresas y especialistas en tecnologías e ideas de negocios basados en el conocimiento, comienzan a aparecer en nuestro Archipiélago una serie de inquietudes que van más allá de lo hasta ahora imitado y que implican a nuevos emprendedores que tienen sus miras en la innovación interior y a otros que las sitúan más allá de la punta del muelle. Canarias, Madeira y Azores han reunido a una serie de socios bajo el marco del proyecto denominado "Transcrea", entre los cuales se encuentran el Parque Científico y Tecnológico de Tenerife, la Universidad de La Laguna, el Cabildo tinerfeño, CajaCanarias y la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife. La meta de este proyecto está en mejorar la calidad, cobertura, profesionalidad y eficacia de los servicios de apoyo a la creación de empresas de base tecnológica. Este objetivo que, a priori, parece elemental, trasciende más allá de lo básico pues, creemos, va dirigido, fundamentalmente, a nuestros jóvenes, que ven cómo se les cierra un sinfín de puertas cuando fluyen novedosas ideas. Se trata de aumentar la actividad emprendedora y facilitar la transferencia de resultados de investigación al mundo empresarial. Para ello, se han puesto en marcha una serie de medidas que se traducen en facilitar instrumentos de apoyo. Las cosas, desde luego, están cambiando hacia caminos por donde transite la cualificación de nuestra juventud que inicia su andadura en un mundo cada vez más competitivo y, asimismo, más enrarecido.

Los resultados contribuirán a consolidar los sistemas regionales de innovación que permitan esa interconexión global y superar las seculares limitaciones que ha sufrido nuestra tierra conculcada por una rechazable cultura caciquil. Un tejido empresarial que comience aglutinando a los tres archipiélagos es, a todas luces, un éxito absoluto. Será el preludio, seguro, de la desaparición de una serie de complejos estúpidos que siempre han caracterizado al canario y aplaudidos, por otra parte, por la aculturación. El intercambio de conocimientos, la creación de empresas aquí y allí, marcarán un antes y un después en la actividad económica de las islas. Se trata, nada más y nada menos, que de conseguir esa creatividad que hoy se califica como "innovación", pero en el convencimiento de que no se trata solamente de crear ideas, sino de la comercialización de esas ideas. Las empresas, los gobiernos, los trabajadores y las universidades deben hacerle frente al ya real cambio global y éste sólo puede ser entendido y abordado desde la innovación.

El II Foro Transcrea evaluó los resultados del proyecto europeo, cofinanciado por fondos Feder, a través de las diferentes conferencias y la intervención en varias mesas de trabajo donde se examinó la valoración de las tecnologías e ideas de negocios basados en el conocimiento. Todos los socios del proyecto, Canarias, Madeira y Azores, participaron de forma activa y estuvieron de acuerdo en que la aplicación de estas ideas debe basarse desde un punto de vista de fondos e inversiones de capital de riesgo y mercado, así como de la emprendeduría tecnológica desde universidades y empresas.

Estos seminarios tendrán su continuación en las Azores y Gran Canaria. En el primero de los archipiélagos se celebrará, en febrero, el tercer seminario bajo la presentación de "Convertir la investigación y el conocimiento en innovación propiedad intelectual e industrial". En Las Palmas de Gran Canaria se analizarán, en mayo, los instrumentos y vías para la comercialización de los productos y servicios generados por las empresas de base tecnológica. También se presentarán casos con éxito en este ámbito.

Dentro del proyecto "Transcrea" se ha diseñado una metodología denominada "Acción Piloto", que consiste en el apoyo a nuevas empresas a través de asesoramiento especializado en la puesta en marcha de su actividad empresarial. Aproximar el asesoramiento y la innovación al territorio en función de las demandas reales, apoyando al mismo tiempo la capacidad empresarial de producir nuevas soluciones de mercado, así como consolidar vínculos creativos y establecer las nuevas relaciones entre los agentes implicados, fomentando el aprendizaje colectivo, se termina en la creación de referencias comunes y en la generación de oportunidades para la economía regional y el empleo. Por primera vez, en las tres regiones cooperarán todas las instituciones relevantes dedicadas a asesorar a emprendedores. Y esto, sin lugar a dudas, es nuevo y bueno para Canarias.