COMO es obligado, hoy tengo que hablar del nuevo gobierno nacional, del de la Autonomía hablaré en otra ocasión. La realidad es que nos ha sorprendido a todos, pues Rodríguez Zapatero llevaba semanas repitiendo que no habría crisis de gobierno, sino el relevo puntual del ministro de Trabajo, Corbacho, discurso que mantuvo hasta el domingo 17 por la mañana. En unas horas cambió de opinión y prácticamente cambió medio gobierno, suprimiendo dos ministerios, cuya supresión se había solicitado en varias ocasiones anteriores, dada su escasa relevancia "práctica", pues la Vivienda está transferida a la comunidades autónomas, y el de Igualdad se dedicaba a cuestiones de tipo partidista y político, con muy escasos resultados. Sus dos titulares, para no dejarlas a la intemperie, han sido nombradas secretarias de Estado con semejantes cometidos. Para mí lo más relevante ha sido, sin duda, prescindir por un lado del apoyo principal de Zapatero, la vicepresidenta primera Fernández de la Vega, a quien por lo visto relega al Consejo de Estado, ya saben, el máximo órgano consultivo del Estado, a quien no se consulta, y que en caso de dictaminar algo contrario a lo que desea el gobierno no se le tiene en cuenta. Y, por otro, el enorme poder que se otorga al anterior ministro de Interior: Rubalcaba, que además de mantener este cargo y todo lo que supone, como el control de las policías, especialmente la judicial, se convierte en vicepresidente primero y portavoz del Gobierno. Es, sin duda, la figura más relevante del nuevo gobierno, acumulando un gran poder, del que ya ha hecho ostentación en algún caso.

No me cabe la menor duda de que este nuevo gobierno no es lo que hubiese querido Zapatero, cuyas preferencias estaban más por el anterior, igualdad o paridad de sexos, con pocas o ninguna figura relevante que pudieran crearle problemas; un gobierno semejante al de los primeros años de la II República, un republicanismo cívico, con un mensaje de "regeneración" democrática, basado en la participación ciudadana, paro lleno de permisividades por un lado y prohibiciones por otro. Se permite abortar a niñas de 16 años sin permiso de los padres, pero no se les permite ver una película donde se les enseña lo que es realmente un aborto, un infanticidio. Se pretende controlar el poder que aún tiene la Iglesia católica en España, y un mayor control de los partidos políticos, especialmente de la oposición con posibilidades de gobernar; el PP, tratando de aislarlo, Pacto de Tinell. Uso de los medios mediáticos y algunos policiales, así como procedimientos electrónicos potentísimos, para mostrar posibles, la mayoría de las veces no confirmadas, irregularidades o corrupciones de este partido, nunca del PSOE (Alcaldía de Sevilla, Chaves y su hija, Bono, etc.). El porqué ha tenido esto lugar por ahora es un misterio. ¿Ha habido alguna llamada del exterior, quizás del presidente americano, o son simplemente el resultado de las encuestas en su poder?, el caso es mantenerse en el poder "como sea" y llegar al fin de la legislatura.

Vayamos al nuevo hombre fuerte, Rubalcaba. Según Edurne Uriarte, es el caballero oscuro que dirigió la agitación de las calles, llamando asesinos a los del PP rodeando sus sedes, después del terrible atentado del 11-M, en vísperas de las elecciones, cuando los gobiernos y oposición en EEUU y Reino Unido apoyaron sin fisuras a sus gobiernos después de atentados semejantes. Aquí, el día de reflexión se montó, con pancartas incluidas, creo recordar, una importante y masiva manifestación, que desde luego cuesta creer que pueda organizarse con tan poco tiempo. Según el editorial de El Mundo, firmado por Pedro J. Ramírez, "Rubalcaba se explica bien…, pero su principal especialidad, por la que ha sido llamado por Zapatero, no es esa. De pocas personas puede decirse tan claramente que por sus hechos las conoceréis. Fue el autor de la "célula de crisis" que organizó la comparecencia de Sancristóbal en el Telediario desde la cárcel de Alcalá-Meco por los GAL; que supervisó los pagos del PSOE a Amedo para que cambiara su declaración; que instigó las campañas más infames contra los jueces y periodistas que demostramos la implicación de su gobierno en los crímenes de Estado. Estamos hablando, por supuesto, de la época de Felipe González, también con un 20% de paro, y la Seguridad Social arruinada, donde terminaron en la cárcel un ministro (Barrionuevo), un secretario de Estado, que creo que aún permanece (Vera), el director del Banco de España (Rubio), y el director de la Guardia Civil, entre otros muchos. En épocas más próximas es el ministro del Interior, bajo cuyo mando se produce el ignominioso chivatazo del bar Faisán (que impide la detención de etarras, cuando estaban en plena negociación, siempre negada, hasta que fue evidente) y cuando se adoptan las medidas para que no se esclarezca lo ocurrido. Es también el mismo que obstruye a la Justicia, de forma semejante a los GAL de Felipe González, negándose a atender un requerimiento judicial para que entregue un documento sobre el protocolo de actuación de los tedax (en un caso relacionado con el 11-M, en el que recordemos que, aparte de muchas otras "casualidades", desaparecieron varios vagones de trenes, para impedir deducir el explosivo utilizado). Es también quien no sólo protege a un policía sospechoso de corrupción como Juan Antonio Griñán, sino que le encarga el control de las diligencias que más daño pueden hacer al PP".

Reflejando otras opiniones: como dice el veterano y buen periodista José María Carrascal: "Este es el gobierno que le ha impuesto el partido, el país y las circunstancias… En mayo cambió su economía, por la que le impusieron desde el exterior: Obama, Merkel y los mercados, ahora cambia "su" política, demostrando que no le importa ni una cosa ni otra… Ha puesto a Rosa Aguilar para contentar a la izquierda… (Por cierto coloca a Leire Pajín en Sanidad, ignoro con qué méritos). Realmente ¿qué salida le queda? Sólo una: la pacificación del País Vasco. La era Zapatero acaba así donde empezó, tratando de negociar con ETA la paz en Euskadi, posiblemente acabe intentando alcanzarla, derrotando a ETA, con el mismo hombre, Rubalcaba, flanqueado por el PNV, con el que ha firmado importantes acuerdos (y eso que no lo sabemos todo) y con Ramón Jáuregui que ya fue vicelehendakari con ellos", y comulga con muchas de sus proposiciones. Estos últimos días se está conociendo que se están "suavizando" las exigencias, que no se va exigir una renuncia total a la violencia, con un alto el fuego controlable, con entrega de las armas, lo que exigen las víctimas del terrorismo, semejante a lo que ocurrió en Irlanda del Norte, y allí todavía hay conatos de atentados, porque siempre habrá incontrolados que hagan la guerra por su cuenta, al no estar totalmente convencidos.