No sé si les descubro algo nuevo, pero quiero asegurarme de que se sepa. Todos los españoles que con su enorme esfuerzo y ahorro, han conseguido comprar alguna propiedad han pasado por todo tipo de torturas financieras, fiscales y administrativas, confiscatorias, obligatorias, y absolutamente demenciales algunas, con esta crisis han perdido al menos la mitad del patrimonio tan duramente conseguido. Es muy triste y en muchos casos patético, ya que los que prefirieron ahorrar están siendo castigados sin piedad, frente a los que prefirieron gastar y a quienes se subieron a lomos del pesebre gubernamental.
Las mismas tasadoras "oficiales" u homologadas -qué peligro y qué desamparo al que nos somete el Gobierno consentidor- que en su día nos tasaban nuestra futura propiedad en el 120% de su valor ahora nos dicen que la situación no les permite tasarlas ni en el 50% de lo que pagamos por ellas. Y esto nos lleva a que, según el modelo español, consentido por el Estado desatendiendo el "in vigilando", perderemos las propiedades que no podamos pagar, valoradas a aquellos precios, pero que actualmente no valen casi nada. Como además nos obligaban a ponerlas a nuestro nombre juntamente con el préstamo hipotecario, a registrarlas, a pasar por gestorías, comisiones de apertura y demás tasas e impuestos, incluidos los disparatados de transmisiones y actos jurídicos documentados -inter vivos, pero devenidos en mortis causa en algunos casos-, ahora, cuando las perdemos, seguimos debiendo a los bancos los importes que le solicitamos. Es normal, pero nos la subastarán por un tercio de lo que nos la tasaron en su día y además se nos aplicarán todos y cada uno de los gastos, impuestos, comisiones y penalizaciones a discreción de los "protegidos" y autorizados para que nos saqueen. No había otra vía " legal" de hacerlo y personas sin preparación, y la mayoría de las veces sin muchos escrúpulos nos ofrecían "casa propia" sin mucho costo, menos que un alquiler, cuya función han destruido, aunque no nos explicaban las consecuencias, todas, de las operaciones si resultaban fallidas. "Compulsus feci" (lo hice obligado) nos dicen los más allegados bancarios defendiéndose y defendiendo su trabajo. La verdad es que fuimos engañados, y voluntariamente firmamos la sentencia de esclavitud de por vida. Claro que, a cambio, estos ofrece-chollos llevan su penitencia y tienen que tragarse la deuda creada por los descerebrados que nos gobiernan. Sí, esa que no quiere nadie en el mundo mundial. Ese es el precio, nosotros y nuestro saqueo. Somos carne de cañón, moneda de cambio, de esta casta política.
L. Soriano
Calle anónima
Una amiga de la infancia se quejaba hace unos días de que habían cambiado el nombre de su calle. En esta ocasión, el cambio nada tenía que ver con la escandalosa Ley de la Memoria Histórica, ya que el antiguo nombre respondía a una especie vegetal muy propia del lugar donde vive. Por lo tanto, un nombre con sentido y significado propio, y consecuente, al menos, con el hábitat de la vivienda.
El nuevo nombre es "calle de La Música", y mi amiga se quejaba de que es vacuo y etéreo, que no significa nada. Que habría preferido que la llamaran calle de Adolfo Hitler, de los Jemeres Rojos, de Pol Pot, de Franco o de Carrillo. Que no le importaba si el titular de la calle coincidía o no con su adscripción política, siempre que hubieran sido personas de carne y hueso, protagonistas de acontecimientos tales, que, por su ejemplo o por su ruina, merecieran la pena ser repetidos, escritos o leídos centenares de veces al día. Que si el Ayuntamiento tenía previsto incluir su calle en un barrio temático del acorde y del ritmo, podría haberla llamado calle de Jorge de León, de Jimmy Hendrix o incluso de Chiquilicuatre, ya puestos. Pero, que calle de La Música, es como calle del Buen Rollito, o del Vapor de Agua; algo tan difuso, inconsistente, volátil, gaseoso, tenue y evanescente como el cerebro de nuestros políticos; los que ponen nombre a nuestras calles y nos dejan sin trabajo, mientras navegan en el absurdo.
Natividad Castro y Boga
(Santa Cruz de Tenerife)