CARICIAS DE MONTAÑAS saludando mis sueños; rumor a mar y brisa rodeando el camino; naturaleza viva dejándose querer por los ojos inquietos de un amor de destino. Folías de esperanza gritando a viva voz, con notas de alegría que rompen en el cielo, desparramada el alma por cumbres y barrancos, latidos de vivencias en un rincón de ensueño. Suspiros de palmeras envueltos de ilusiones, los campos olvidados dormidos en el tiempo, la soledad escondida debajo de un balcón, en espera del verde que enriquezca su suelo. Altar de azul y nubes, maravilla en silencio, desde el trono de lava contemplando a tu pueblo. Desespera la tarde a orillas de la playa, la luz del sol se esconde en su espejo de agua.

Al igual que mi pintura, mis escritos son muchas veces abstractos; pinto lo que siento y escribo, lo que me sale del espíritu. Los colores impregnan mis pinturas y les dan a estas un toque alegre y positivo. En cuanto a la columna, "mi granito de arena" como la llamo yo, que quincenalmente me publica este entrañable periódico El día, en ella intento plasmar mis inquietudes, añoranzas, vivencias, recuerdos, etc., desde la perspectiva de una "mirada canaria"; desde fuera cuando no estoy aquí, y desde dentro cuando me encuentro en mi tierra.

Este escrito fue inspirado por el hermoso y a la vez castigado paisaje de unas islas, las nuestras, que merecen mucho más cariño y atención del que reciben. ¿Por qué seguir abarrotando nuestros valles, laderas, campos, paisaje en general, con esa locura de cemento y ladrillo que parece no tener fin? Quizás mañana sea ya demasiado tarde.

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