TRAS EL DEBATE del "estado de la Nación" y las propuestas de resolución votadas en el Congreso es la pregunta que me hago. En el debate propiamente dicho todos los grupos, a excepción del PSOE, como no podía ser menos, pusieron al presidente del Gobierno a caer de un burro por su incompetencia e incapacidad. Luego, a la hora de tomar decisiones para liberar a España de tal incompetente, canta otra gallina. Y así, so pretexto de "solidaridad, centralidad y responsabilidad" (sic. ZP), se materializan las posiciones de nacionalistas para sostener al debilitado personaje en la Moncloa. Ello con la "protectora" abstención como forma de darle aire al debilitado a fin de mantenerlo con la energía suficiente para firmar algún decreto que otro otorgando beneficios a las nacionalidades que dicen representar.

Por lo que nos duele aquí, Coalición Canaria (CC) es maestra en el arte de tirar la piedra y esconder la mano. O no. Más bien en poner la mano, pese a las dificultades que tal actitud suponga para el resto del territorio nacional. Todavía podemos recordar cómo se contribuyó a la aprobación de los Presupuestos Generales para 2010, reconociendo que "son malos para España pero buenos para Canarias". Desde este periódico se cargan las tintas sobre Ana Oramas y el Sr. Perestelo por su quehacer allá. Pero me resisto a creer que las decisiones las toman ellos a su voluntad. Más bien creo que tales comportamientos dimanan, como no debería ser de otra forma, del equipo político al que representan, que es CC, y en cuya toma de decisiones han de estar implicados forzosamente don Paulino Rivero y don Miguel Zerolo, por ejemplo, quienes son ensalzados por este mismo medio.

No me parece mal, dentro del marco del Estado, tratar de que se considere a esta Comunidad como merecen su lejanía, su demografía y sus recursos. Pero sin renunciar a la dignidad. Y ésta se viene depreciando sucesivamente. Uno se puede dejar engañar una vez, conociendo la capacidad del interlocutor a tal fin. Pero no siempre. ¿Qué resultados está dando el "celebérrimo" Plan Canarias? A pie de calle, parece que ninguno. A pie de calle podemos ver cómo el agnóstico, o laicista, ZP parece querer consolidar su tránsito contra la religión católica, y contra la Iglesia como institución, haciendo lo posible para que la Catedral de La Laguna se venga al piso. Tal la demora y laxitud en definir los compromisos como en el cumplimiento de los mismos una vez concertados por su gobierno. Seguro que escribirá en su cuaderno de bitácora: "Le regalé a Carrillo, en su cumpleaños, la retirada con nocturnidad de la estatua ecuestre de Franco ante los Nuevos Ministerios", "les regalé a los agnósticos la destrucción de una catedral que formaba parte de un casco histórico Patrimonio de la Humanidad". Y Coalición Canaria sosteniendo a aquel que, al mismo tiempo, asume que su ministra de Sanidad se burle de la consejera de la cosa del Gobierno de Canarias con lo de la deuda histórica al respecto.

"Con ninguna fuerza como con Coalición Canaria se comprometió el presidente (ZP) en temas puntuales" (sic. Sr. Perestelo). Parecería que la ingenuidad es un valor en alza, pero la triste realidad es que la dignidad es un valor en decadencia; es ya un bien escaso.