EN GENERAL, para hacer más amena la escritura y lectura de estos artículos diarios -D. José Saramago decía en sus últimos años que escribía para intentar entender-, me agrada mezclar un tema "A" con un tema "B" que, ya enfocados a mi manera, quedan pegados con una argamasa en la que introduzco algunas gracias o curiosidades. No se crean, a veces me pongo trascendente, político o "pofesioná", mi objetivo es que a ustedes les pueda agradar la intentona de originalidad o la intentona de profundidad, no sé hasta qué punto. ¿Vale?

Hoy me refiero de entrada (Tema "A") a algo que creo que, en una porción importante, nuestra juventud está perdiendo. La dieta intelectual que necesitamos. Hablo de inteligencia, pensamiento o espíritu. Tenemos que añadir comprensión, imaginación y discernimiento para adquirir un juicio más hondo, leer algo, impresionarnos con un atardecer, adoptar unas ideas o comprometernos en la búsqueda de planteamientos o cuestionamientos a lo que nos dan ya masticado. Tenemos que querer y vivir sensaciones, pelear por sutilidades y sortear un poco lo fácil del 2+2=4 que, sinceramente, no define la complejidad en la que después se transforma la vida.

Sin tocar las dietas alimenticias (frutas, verduras, pescado o fósforo y hierro) necesarias para el cerebro, me centro en el componente de reflexión e investigación que se necesita en la existencia de seres sofisticados o mentes complejas y en el que creo que muchos de nosotros patinamos, y especialmente la juventud, que en una parte está completamente desnutrida y famélica con tantas prisas, telebasura y tanta comodidad real e informática o virtual. Quizás antes había presión por parte de los padres y educadores ante los escasos medios para que te hicieras una persona de provecho, ahora respetamos a los inmaduros probablemente demasiado confiando en la libertad, las avanzadas tecnologías y los inmensos complementos, pero cada vez somos más manipulables.

A cualquiera que le preguntes si se deja mangonear como una marioneta te responderá que no. Lo hará probablemente de forma altisonante y golpeándose en el pecho, para reafirmar que ella o él tienen criterio propio y no admiten injerencias en la toma de decisiones respecto a su vida. Normalmente las manipulaciones psicológicas son más fáciles de ver por una persona ajena y casi imposible su desaparición a menos que las evidencias resulten abrumadoras. El secreto para una buena manipulación es hacer creer a la persona que en realidad se trata de una idea suya. Los políticos y la publicidad intentan utilizarnos continuamente para sus propios intereses. Los primeros difícilmente nos engañan -¿alguien es tan ingenuo para creer en ellos?-, sin embargo no nos queda más remedio que votarles ya que es parte del sistema social. Las democracias no son perfectas, pero sí infinitamente mejores que las alternativas dictatoriales. En cuanto a la publicidad ya depende de la dimensión de personalidad del sujeto... pero es su derecho. Si desea gastarse el dinero en cosas innecesarias es su problema.

La cuestión es que tenemos que lograr saber de nosotros mismos lo suficiente como para entender algo de lo que nos rodea. Por ejemplo, están empeñados en echar a pelear a dos pueblos (Tema "B") tan hermanos que son gemelos o incluso siameses. A las queridas Colombia y Venezuela. Por orden expresa del presidente saliente Álvaro Uribe, el ministro de Defensa colombiano, Gabriel Silva, recibió en privado a varios directores de medios de comunicación a los que mostró vídeos en los que aparecen líderes de las guerrillas FARC y del ELN, que con tanto dolor se encajan en el presente de su pueblo, en un campamento supuestamente situado en Venezuela y del que llegó a ofrecer las coordenadas exactas. Según los datos obtenidos por los organismos de inteligencia gracias a los testimonios de 12 ex guerrilleros, dicho campamento se encontraría en la vereda de Sotaima, en el departamento venezolano de Táchira (Oeste), a tan sólo 23 kilómetros de la frontera. En los vídeos mostrados por el ministro aparece, entre otros, Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, considerado como el número dos de las FARC desde la muerte en marzo de 2008 de Raúl Reyes, que estaría al frente de dicho campamento en Venezuela. También se identifica a alias Pablito, del ELN, y a los guerrilleros Timochenko, Jesús Santrich y Grannobles, todos ellos considerados líderes de las FARC.

Ese conflicto de sangre no cabe en las mentes actuales.