Circula esta semana por Internet una curiosa iniciativa que anima a que todos arrimemos el hombro para que podamos salir de la crisis. Y pretende que cada uno de los que así piensen envíen a Moncloa un sobre blanco, sin nada dentro, vacío, "como nuestros bolsillos", para que se den cuenta de que realmente, en tiempos de crisis, todos no somos todos. Que todos sólo somos los de siempre: los currantes.

Me viene a la memoria aquella canción de Víctor Manuel, "Quién puso más", pero eso era otra cosa. Los afectos son difícilmente medibles y aún más complicados de comparar. El dinero sí. La pasta es "contante y sonante". Y se cuenta y se recuenta. Hasta hay máquinas que en lo que abres y cierras los ojos te han preparado un millón en billetes pequeños. Así que en esto sí convendría saber quién va a poner más.

De todas formas, es que somos la leche. Las dos cosas que mejor se nos dan a los españoles son la vanidad y la falta de respeto a los demás. Abono corrompido para la crisis. Nos creemos lo máximo y nos dan igual los otros. Ni Zapatero ni Rajoy ni los otros partidos, ni los sindicatos ni, por supuesto, los bancos o las cajas reconocerán errores, episodio fundamental para hallar soluciones. La culpa siempre será de los demás. El grado de exigencia que tenemos con nosotros mismos es de descojonarse. Reaccionamos algo porque nos obligaron desde fuera. Sentados con la cañita y las papitas en la terraza, como señores, sin darnos cuenta de que llevamos demasiado tiempo viendo los mismos carteles en las mismas ventanas: "Se vende". Han perdido el color y ni siquiera hay fuerzas ni ganas para cambiarlos. Son tantos…

He hablado de sindicatos entre los que tampoco reconocen errores. La verdad es que me da igual. No sé cómo todavía hay quien pueda hacerles caso. Amenazan ahora con una huelga general. Pimpanudo. O sea que con eso lo vamos a arreglar. Como nos sobra… pues vamos a despilfarrar un poco más.

En estos momentos de demasiada tensión, con exceso de noticias negativas, por mucho que en algún partido político se froten las manos hasta la calentura… es ahora cuando debemos mantener la calma. Es lo que haría un cuerpo de ciudadanos maduro, capaz de analizar que la situación de nuestro país está inserta en un contexto internacional, que no estamos solos ni somos los únicos; que estamos financieramente mejor incluso que Francia, Holanda o Italia, por no hablar de los muchísimos países que están peor en la misma Europa.

Yo no pienso ir a la huelga. Ya me han rebajado el sueldo. No estoy dispuesto a regalar otros cien euros para que encima beneficie al partido que fue incapaz de aprobar en el Parlamento las medidas que eran y son imprescindibles para afrontar el problema. Que sólo quiere el poder y que cuanto peor vaya el país mejor para ellos. Así que desde la serenidad y la responsabilidad, sí voy a pedir a quien corresponda que busque la manera de rebajar el gasto inútil, que se cobren más impuestos a los pobrecitos ricos, que se eliminen los privilegios de "esos pocos" que no trabajan ni piensan hacerlo porque no les hace falta.

Yo tampoco soy muy de rebaños, pero quizás debamos confiar más en nosotros, en las personas en general. El catastrofismo y la división radicalizada de opiniones siempre acaba dando beneficios a quienes tengan menos escrúpulos. No lo perdamos de vista.

Feliz domingo. ¡Ah!, si tienen tiempo, dense hoy un paseíto por Tacoronte. Se sorprenderán con la calidad de las alfombras.

adebernar@yahoo.es