EL HECHO en sí de que al Gobierno de Canarias le cueste 1.260 euros el vestuario que usó la esposa de nuestro presidente autonómico el pasado 9 de enero en un acto protocolario celebrado en la Base Naval de Las Palmas de Gran Canaria no sería noticia si no fuera porque, al mismo tiempo, dicho Gobierno nos está exigiendo a los canarios que nos apretemos todo lo que podamos el cinturón con esto de la crisis que se nos cae encima, no se sabe muy bien desde dónde. La señora del presidente Paulino Rivero lució peineta y mantilla típicas españolas, como no podía ser de otra manera, en un acto de entrega de una bandera de combate al Arsenal de Las Palmas de Gran Canaria, de acuerdo con el protocolo habitual.

Otra cosa es si podía haberse hecho más modestamente, con sus propios ingresos, que los gana bien, políticamente hablando, elegante sí, pero algo más normalita, sin necesidad de recurrir a un modisto de lujo que la viste asiduamente y sin tanto asesoramiento, que sólo la peineta superó, al parecer, los 400 euros, según canariasahora.es. Que quede claro que personalmente me gusta que en actos así, como en todos los que asiste oficialmente, la esposa de nuestro presidente esté bien guapa, pero sin pasarse con el dinero que no es de ella, que luego miren la que se ha liado.

No acaban ahí las noticias sobre atenciones protocolarias del Gobierno de Canarias. Salta ahora la de que ha regalado en otras ocasiones corbatas de 125 euros, bufandas de 210 euros y gemelos de 81 euros, así como un par de zapatos de 295 euros. Y yo, que procuro no vestir mal, porque es bueno, casi una obligación, sentirse presentable, y por eso reviso muy bien la relación precio-calidad de lo que compro, me quedo pensando, medio pasmado, que jamás me he gastado tanto dinero en esos complementos. En fin, visto así, qué miseria de gemelos, porque lo demás, casi nada. Eso sí, bufandas, lo que son bufandas, no serán para usar en Canarias, tampoco en África. ¿Al cuello de quiénes habrán ido a parar?

Bueno, tampoco es para tanto, ¡boberías!, dirían en Presidencia. Pero ¿y el refuerzo del gabinete de prensa del vicepresidente José Manuel Soria, del PP, con 153.000 euros de nada para contratar asesoramiento técnico en la Consejería de Economía y Hacienda, cuando ya ésta dispone de periodistas? Hasta la presidenta de CC, Claudina Morales, considera excesivo el nuevo gasto de Soria. Así está el patio en CC-PP.

Y en medio de toda esta algarabía, ahora resulta que el jefe de Negociado de Espacios Naturales y del Litoral de Santa Cruz de Tenerife parece ser que ha declarado en un juicio en la Jurisdicción Social que una trabajadora presuntamente contratada por un constructor pudo ejercer su actividad laboral dentro de la Gerencia de Urbanismo a cambio de que a dicho empresario se le compensara adecuadamente. Y todo porque era escaso el personal de la Gerencia. O sea, para entendernos, mientras no se demuestre otra cosa, un empresario fue compensado con contratos a cambio de hacerse cargo de abonar el salario a una empleada que puso a trabajar en la Gerencia de Urbanismo de Santa Cruz de Tenerife. Y todo esto ha saltado porque dicha trabajadora ha entablado juicio contra el Ayuntamiento capitalino para que se le reconozca la categoría de personal laboral en grado de técnico, "por haber realizado funciones de superior categoría a las de auxiliar administrativo". ¡Ay, mi cabeza! En fin, espero que esto se aclare suficientemente porque, publicado así, pues, de entrada, como que no me lo creo. Pero con tanta crisis tampoco lo dudo. Cualquiera sabe.

Mientras tanto, despilfarro también, de tiempo y medios, de lo que no está sobrada la Justicia, el lío que se ha montado con dos documentos sobre el mismo tema, el mamotreto de la playa de Las Teresitas, uno apoyando su derribo, otro no, y los dos parten del mismo lugar, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Santa Cruz de Tenerife, que dicta dos autos contradictorios. Estas cositas son las que salen a la opinión pública. ¿Y las que no salen?

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