AQUÍ, parece que la fobia por parte de algunos organismos a todo lo que huela a sedes para impartir enseñanzas universitarias, está a la espera de cualquier iniciativa en este sentido para pronunciarse en contra.

Ahora en que, creo que por primera vez, la Universidad de La Laguna está dispuesta a establecer un campus concretamente en el pueblo de Los Cristianos, en el término municipal de Arona, surge la criada respondona -y perdón por el pareado involuntario- en forma de la Dirección General de Universidades de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias.

Ignoro si lo que despertó del sueño profundo que, en materia de creación de centros universitarios dependientes, venían experimentando los responsables de la ULL, fue la crítica a la manera de llamamiento, del alcalde de Garachico, porque, realmente, me extrañó que con tanta premura, surgiera la iniciativa de la Universidad lagunera previendo establecer un campus, precisamente en un lugar idóneo, como apuntó el mismo alcalde de Arona, señor González Reverón. Efectivamente, este importante núcleo costero del municipio de Arona, a la par de ser un centro poblacional que alberga empresas importantes, posee una cantera social juvenil que puede llenar las aulas universitarias y, en cambio, en estos momentos, la lejanía de La Laguna le impide acceder a los estudios superiores.

Considero, por contra, poco apropiada y demostrativa del más mínimo interés la postura de la Dirección General de Universidades de la Consejería de Educación, en cuanto se echa el culo fuera, con perdón, del asunto y declara que no se implicará en el tema de la descentralización de la ULL; dice no contar con un euro del Gobierno autónomo ni, naturalmente, con el apoyo de la tal Dirección General.

El Ayuntamiento de Arona, que no tiene perras para levantar el o los edificios necesarios, según las facultades que se creen, sí está dispuesto a ceder gratuitamente los terrenos donde se levantarán los inmuebles.

La cúpula del Ejecutivo regional, por su parte, en vez de dar esperanzas a las autoridades de Arona y de los términos municipales del Sur de la isla, que están entusiasmados con la idea, les echa encima un jarro de agua fría largándose la bolada de que no entra ni sale en el tema y añade, para acabarla de jeringar: "Los campus universitarios, a nivel estatal, están tendiendo a la concentración y no a la diseminación, para lograr una mayor excelencia". O sea, como Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma. Es decir, que Los Cristianos y comarca vayan a La Laguna. Y se quedan tan frescas sus señorías.