Empresarios y sindicatos del Archipiélago están de acuerdo en que la reforma laboral es necesaria, pero es imprescindible llevar a cabo cambios estructurales para que sea efectiva. Respecto a la reforma de las pensiones también coinciden en que hay que afrontar este tema, aunque siempre dentro del marco del Pacto de Toledo.

Con la intención de aportar más elementos de reflexión sobre este asunto, EL DÍA ha organizado esta semana un debate bajo el título genérico "Reforma laboral y de las pensiones".

Los invitados son el vicepresidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Santa Cruz de Tenerife, Arturo Escuder Martín; la técnica en relaciones laborales de la CEOE-Tenerife, Yurena Carrillo Ramos; el secretario de Economía y Políticas Sectoriales de CCOO Canarias, Carmelo Jorge Delgado, y el secretario de Acción Sindical, Salud Laboral y Medio Ambiente de UGT Canarias, Antonio Martín Guerra.

Arturo Escuder aseguró, de entrada, que desde la Cámara de Comercio provincial "pensamos que no solamente hay que hacer una reforma laboral, sino también afrontar la reforma del sector público y una serie de cambios importantes en España que en estos momentos son vitales". En su opinión, la reforma laboral es "un elemento más dentro de los cambios que hay que afrontar, y resulta importantísima".

El vicepresidente de la Cámara tinerfeña añadió que "teniendo en cuenta la precariedad laboral existente, de alguna forma, los interlocutores sociales tienen que llegar a un acuerdo para adecuar el mercado de trabajo a la situación actual, en la que tenemos la mayor tasa de desempleo y hay que incentivar a los empresarios a que contraten". Para eso, destacó: "Debemos tener unas normas más flexibles y que estén más adaptadas a la situación actual", al tiempo que apostilló que "la reforma laboral no es la única que hay que hacer, sino que tendrá que ir acompañada de otras". De hecho, argumentó que "es vital una reforma estructural".

Escuder hizo hincapié en que "no es comprensible que exista tanta diferencia entre el mercado laboral en el sector privado y los contratos vinculados al sector público". Del mismo modo, habló de "situaciones intermedias que pasan por favorecer o incentivar el contrato de jóvenes o regular los días de indemnización por despido". Al respecto, recalcó que "hay muchas propuestas sobre la mesa y lo importante ahora es que se debatan y que, entre los interlocutores, lleguemos a un acuerdo; porque tenemos que empezar a generar empleo. Ya es hora de que paremos esta sangría y que se empiecen a crear puestos de trabajo".

Por su parte, Yurena Carrillo afirmó que desde la CEOE-Tenerife "entendemos que es necesaria la reforma laboral, que además debe ser estructural, de calado, con vistas a largo plazo y no para la coyuntura de esta crisis. En nuestra opinión, la reactivación de la economía, aunque requiere de otras reformas, no sólo de la laboral, sí que depende en gran medida de ella".

La técnica en relaciones laborales de la Confederación provincial manifestó que ésta medida "tiene que partir del diálogo social. Creemos que es importante que las partes que estamos implicadas seamos capaces de llegar a un acuerdo y de hablar de reforma laboral y en términos de flexiseguridad. Al estar en el marco de la Unión Europea, que está caminando en ese sentido, no podemos quedar descolgados ni aislados". En este contexto, aseveró: "Somos partidarios de que se disminuyan las rigideces del mercado laboral, que haya más facilidades para la contratación, pero el cómo y con qué medidas específicas, tienen que partir de la negociación entre las partes".

Entre tanto, Carmelo Jorge, argumentó que "como política para salir de la crisis, la reforma laboral es absolutamente inútil, pero sí puede servir para que cuando se inicie la reactivación se genere empleo a más corto plazo". En esta línea, reiteró que "hagamos lo que hagamos con la normativa laboral, mientras no haya crédito circulando ni se relance la actividad económica no va a haber empleo". A su juicio, "ahora denostamos el modelo de mercado laboral que tenemos, pero cuando había bonanza generó más empleo que en cualquier otro punto de Europa".

Aún así, el portavoz de CCOO subrayó que "estamos todos de acuerdo en que la actividad económica y el empleo que se generó en aquella época no eran los deseados, pero hay que aprender de esos errores". De este modo, señaló: "Claro que hay cosas por reformar en profundidad, como los contratos a tiempo parcial o el trabajo a distancia, pero centrarse solo en el coste del despido es un disparate".

En su intervención, Antonio Martín matizó que "no nos tendríamos que limitar a hablar de un cambio en el modelo de contratación o del despido, sino que tiene que ser algo más amplio, porque lo que ha entrado en crisis es todo el sistema financiero y productivo".

No obstante, el representante de UGT Canarias recordó que ya existen suficientes opciones en materia de contrataciones. No en vano, destacó que "ahora parece que se están sacando de la chistera modelos como el de los 33 días de indemnización por despido con un máximo de 24 mensualidades que, en realidad, existe desde hace diez años o el modelo alemán, basado en la reducción de la jornada laboral para no destruir puestos de trabajo, que es una posibilidad que ya existe en el propio Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y que, sin embargo, no ha tenido el desarrollo que debería".

Protección social

Cuestionado sobre la reforma de las pensiones, Arturo Escuder comentó que "todos los números que se han hecho demuestran que nuestro sistema de pensiones tiene una fecha limitada".

A su modo de ver, "el nivel de desempleo actual y la crisis económica pueden ocasionar que el sistema se bloquee. Por ello, el Gobierno ha sacado a debate algo que hace tiempo estaba sobre la mesa". Al respecto, matizó: "No sé si será necesario jubilarse a los 67, 66 ó 70 años. Eso lo tendrán que analizar los expertos que se reúnen en la mesa del Pacto de Toledo".

Desde su punto de vista, "hay que tomar medidas antes de que llegue el 2025, que es cuando se termina el actual sistema de pensiones. Hay que hacerlo y de forma inmediata".

Escuder Martín resaltó que "la pirámide de población española está reduciendo la base y aumentando el gasto destinado a las pensiones, por lo que se acelera el momento en que se puede romper el sistema".

Por su parte, Yurena Carrillo manifestó que "el sistema de pensiones actual no tiene un problema, sino que tenemos que pensar con el horizonte de 2025".

En este sentido, sentenció que "la crisis puede acelerar la quiebra del sistema o las dificultades por las que pudiera atravesar en el futuro, por lo cual creemos que es el momento de sentarse y ver qué tipo de reforma es la que tenemos que llevar a cabo".

La experta en relaciones laborales de la patronal tinerfeña concluyó que "es una realidad que las generaciones que vienen detrás de nosotros son menos que las que van por delante y, por tanto, ahora es el momento de ver cómo podemos evitar que haya un problema".

En su turno, el secretario de Ecomomía y Políticas Sectoriales de CCOO aclaró que "de partida estamos en contra de subir el listón de la edad de la jubilación a modo de tabla rasa, probablemente porque ya estamos en contra del listón en los 65 años y lo que haya que hacer es empezar a hablar de si lo conveniente es fijar una edad determinada igual para todo el mundo".

Jorge Delgado reconoció que "tenemos un problema con la pirámide poblacional", pero aclaró que "ese es un mero cálculo mecánico, porque en él no sólo incide la relación numeral entre cotizantes y pensionistas". Así, esgrimió que "en este tema no se contempla para nada ni que se puedan ejercer políticas de natalidad que contribuyan a paliar parte del problema, ni siquiera se cuenta con la población inmigrante, que ahora es cuando descubrimos lo bien que nos viene".

Igualmente, afirmó que "hay una tercera variable que no se tiene en cuenta y que depende de lo que produzca cada uno de esos cotizantes". En esa línea, comentó que "no hay por qué presuponer que el nivel de productividad media del país en 2025 esté en los niveles en los que está ahora, porque ahí si tenemos un espacio enorme para crecer". Para el portavoz de CCOO, "la relación que hay entre el talento y el esfuerzo en una actividad económica en este país está desequilibrada a favor del esfuerzo".

De esta forma, alegó que "en la medida en que tengamos más catedráticos, investigadores, químicos, diseñadores, la gente se podrá jubilar a los 70 años, pero si lo que tenemos son albañiles no le vamos a pedir a nadie que se suba a un andamio con 66 años".

Por último, Antonio Martín, apostilló que "se ha mezclado en un cóctel varios temas distintos como la edad de la jubilación y la supuesta crisis de la Seguridad Social".

No obstante, insistió en que "aún hay superávit y, por tanto, hay amplitud para poder adoptar las medidas cuando realmente se vayan a generar los problemas y adecuarlas a las circunstancias que se den en ese momento".

A su vez, criticó la precipitación y el criterio usado por el Ejecutivo central en el asunto de la jubilación y el sistema de pensiones, porque se ha creado "incertidumbre", cuando lo fundamental es abordar estas cosas con "tranquilidad y madurez".

MIGUEL ÁNGEL RUIZ Y JOSÉ R. HERNÁNDEZ Fotos: JESÚS ADÁN