UNA VEZ MÁS la Isla de Tenerife se ha visto envuelta en un fenómeno meteorológico que propició la activación, el pasado miércoles, del Plan de Emergencia Insular. Durante esos dos días de tensión hemos comprobado cómo nuestros ciudadanos están a la altura de las circunstancias y han sabido hacer frente de nuevo a una situación adversa en un intervalo de tiempo que apenas nos ha dejado tiempo para el respiro. Aprovecho la ocasión para reiterar mi agradecimiento a esas más de 3.000 personas que con su esfuerzo han minimizado los efectos de un temporal que podría haber tenido consecuencias mucho más graves. La coordinación de los ayuntamientos con el Cabildo y todo su operativo ha hecho que nos sintamos orgullosos de nuestra gente a pesar de los inconvenientes vividos sobre todo durante el fallo del suministro eléctrico ajeno a nuestra voluntad. Esta circunstancia, a pesar de ser ajena a nuestra competencia, no nos deja impasibles, de ahí nuestro interés por que esta situación no se vuelva a producir.

Los servicios públicos constituyen un aspecto vital tanto en el acontecer diario como en circunstancias difíciles como las vividas esta semana. De ahí nuestro interés y preocupación por potenciar y mejorar las comunicaciones.

Uno de los principales compromisos asumidos por el Cabildo de Tenerife es el de ofrecer a nuestra población un servicio de transporte público realmente eficiente, con el que sea posible garantizar su movilidad de una manera segura, puntual, asequible y accesible. Para ello se ha puesto en marcha diversos programas específicos, como los destinados al desarrollo de los medios guiados, concretamente el tranvía y el tren, y también otros dirigidos al sector más tradicional de la guagua, sin duda el que permite llegar a todos los rincones de la Isla, siempre en combinación con el taxi.

Desde que la Corporación insular se hizo cargo de la gestión de Titsa, en diciembre de 2006, la pauta no ha sido otra que introducir mejoras constantes, tanto en la distribución de las líneas, para facilitar un mejor servicio, como en la dotación de los materiales necesarios para ello. El último paso dado en esa dirección ha sido la reciente decisión de adquirir, a lo largo del presente ejercicio, un total de 85 nuevos vehículos por importe de 15 millones de euros.

Se trata, indudablemente, de una operación de gran envergadura; de hecho, constituye la mayor inversión realizada jamás en esta compañía genuinamente tinerfeña, a lo largo de sus treinta y dos años de historia. Con ella será posible obtener una serie de ventajas en diferentes terrenos. En primer lugar, la incorporación de numerosas unidades de dimensiones más reducidas, que facilitarán el acceso a aquellos núcleos situados en las medianías, en los que hasta ahora el servicio de transporte no ha podido cubrir las necesidades de sus habitantes con la máxima efectividad.

En todo caso, no se busca únicamente extender aún más la red de transporte sobre el territorio insular. Otro de los pilares fundamentales de esta iniciativa se sustenta en la voluntad de contribuir decididamente a la reducción de las emisiones de gases contaminantes, causantes de las alteraciones de la temperatura. Los nuevos vehículos, los microbuses y las guaguas de mayor porte destinadas a las áreas urbanas e interurbanas dispondrán de unas características técnicas de última generación, lo que supondrá que en conjunto la flota de Titsa produzca cada año 250 toneladas menos de desechos gaseosos perjudiciales para el medio ambiente.

A ello se añade otro factor de extremada importancia, como es el incremento de las medidas de seguridad con que han sido diseñadas las nuevas guaguas, que estarán dotadas, por ejemplo, de sistemas antivuelco y otras medidas que contribuirán a ofrecer una mayor comodidad a los usuarios. Además, esta modernización favorecerá asimismo un ahorro sensible en los gastos derivados del consumo de combustible, un aspecto que, como resulta evidente, adquiere verdadera trascendencia.

En definitiva, la intención del Cabildo con la puesta en marcha de este proyecto no es otra que dotar a la Isla y a sus habitantes de un transporte público interior de la máxima categoría, que cada vez sea más ágil y eficaz. Estos elementos contribuirán de seguro a limitar el uso del vehículo privado por parte de los ciudadanos, lo que generará menos contaminación y atascos, y, de esa manera, ayudará a mantener la calidad de vida de los tinerfeños. Ese es el principal objetivo.

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