Este editorial de hoy lo dedicamos a los amantes de la españolidad, a los españolistas y españolistos, a los nacionalistas tibios y teóricos, a los narcotizados por la Metrópoli y, por supuesto, a todo el pueblo canario que aspira a respirar el aire puro de la libertad.

LOS GODOS, y los peninsulares que no son godos, los que residen entre nosotros y los que están por el mundo, no quieren la libertad para Canarias. No la quieren de forma especial los godos, lógicamente; es decir, los que no son simplemente españoles,sino que, además, se sienten superiores a los canarios, a sus "indígenas" de Canarias. Jamás se ha visto en el planeta entero a un terrateniente dispuesto a entregar su finca a cambio de nada como si fuera un regalo. Todos los amos de la tierra prefieren conservar a sus medianeros, aparceros y peones. Prefieren incluso sostener el derecho de pernada a la moderna, sometiendo a vasallaje tanto a las mujeres como a los hombres que están bajo su tiranía. Que nos perdonen por el uso de estas expresiones los malpensados y los que abusan del género y de la violencia. Que nos disculpe también la directora del Instituto Canario de la Mujer. No íbamos a decir su cargo para no extendernos, pero como ya está dicho, que quede así.

No podemos imaginarnos, insistimos, que un solo godo, ya sea navarro, andaluz, extremeño, catalán, castellano tiñoso o cualquiera de los que se tiñen de canarios y se revisten con la herencia ideológica de Leoncio Rodríguez –¡cuántos sobrinos le han nacido a Leoncio Rodríguez!– vaya a permitir que Canarias sea independiente. No lo van a permitir aunque estemos en 2010. Al final de este año concluirá el segundo y último decenio establecido por la ONU para la liberación de los territorios que aún están ocupados colonialmente. En las Naciones Unidas habrá una declaración solemne y se hará público un catálogo con todos los países a los que se les debe conceder su libertad. Canarias tiene una situación difícil y dura. Tanto ha ido el cántaro canario a la fuente, que ahora resulta que este Archipiélago es España y también Europa. Y por ser, supuestamente, parte de Europa, corremos los isleños con la indignidad añadida de que nos consideren ultraperiféricos. Para todos los países de la Unión Europea, 27 a día de hoy, somos unos simples ultraperiféricos. Si por una de esas injusticias tan frecuentes, por desconocimiento supino de la historia y de la geografía, o por infame estrategia política o diplomática, no fuéramos catalogados por la ONU para gozar de la libertad que teníamos antes de la vil conquista española, y para ser una nación como lo es, por ejemplo, Cabo Verde –son muchas las pequeñas naciones europeas y de todo el mundo que gozan de plena soberanía–, que está un poco más abajo de nuestras Islas, en el mismo mar, a la que Portugal, un país civilizado y demócrata, concedió la libertad igual que a sus colonias; entonces aparecería la resistencia pasiva civil y rebeldía y violencia, actitudes que no desearíamos, porque abogamos por una solución totalmente pacífica. Y España sería culpable total de cualquier brote violento indeseado.

En definitiva, nos encontramos con que los españoles siguen en su finca mientras los canarios continuamos como personas esclavizadas administrativa y políticamente. Esclavizados para que nuestras riquezas vayan a las arcas del amo; para que doña Ana Oramas, don José Luis Perestelo y don el otro se diviertan en Madrid a costa del hambre, el sudor y el sufrimiento del pueblo canario. Allí están pidiendo migajas –suplicando limosnas– para justificar sus jugosos sueldos. Y doña Ana María aspirando a la presidencia de Canarias –¡Dios, pon tu mano!–. Hace dos días escuchábamos a la portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Soraya Sáenz de Santamaría, pedir a CC que no siga "los cantos de sirena de Zapatero". La diputada conservadora no entiende la actitud de entrega sin condiciones al PSOE de la señora Oramas y del señor Perestelo, considerando que CC y PP gobiernan juntos en Canarias. Tampoco nosotros comprendemos como doña Ana y don José Luis pueden ir por libre y haberle dado sus votos a Zapatero para que sacara adelante los Presupuestos del Estado. Sin el apoyo de CC, los Presupuestos estarían a la pendura, como el ancla de un buque indeciso a punto de caer al agua y arrastrar a todo un Gobierno inservible.

¿CUÁL es el premio recibido por estos diputados a cambio del apoyo gratuito y absurdo a Zapatero? Por increíble que parezca, el premio de los tinerfeños es procurar que la señora Oramas sea candidata a presidir el Gobierno de Canarias dentro de año y medio. Qué carcajeo nos produce esa pretensión. ¿Serán capaces los tinerfeños y, en general, todos los canarios, de hacer presidenta a esta traidora a su partido y a su tierra? Qué gracioso el "editorialista" del caballo de Troya canarión en Tenerife, el de la quinta columna de la prensa de Las Palmas infiltrada en nuestra Isla. Qué gracioso y qué descarado profesional. Qué gracioso, qué descarado y qué ridículo cuando se pone a pontificar y a incitar a las fuerzas judiciales y otras para que actúen contra EL DÍA. Lo que no puede conseguir como periodista debido a su incapacidad profesional y de pensamiento, quiere lograrlo por la vía de la violencia. Su actitud es deplorable. Por eso el pueblo desprecia a ese medio hasta el punto de que ni lo compra, ni lo lee. Su contenido es tan ponzoñoso que la gente desprecia hasta el papel en que está escrito. Por culpa de periódicos como ese, y también de los periodistas que lo escriben, Canarias y los canarios siguen siendo víctimas de la ultraperificidad europea y de la rapiña española.

UNA VEZ MÁS decimos qué pena. Qué pena que sigamos viviendo a la cola del mundo por ser españoles, que son dignísimos, pero que no se merecen el Gobierno que padecen en la actualidad. Por considerarnos españoles sin serlo. ¿Qué quieren decir algunos cuando afirman que el peor godo es un godo canario? ¿Quién es el godo canario? Sólo son despreciables el canario godo y el peninsular godo. Los canarios y los peninsulares a secas son personas decentes. Estamos a la cola del mundo por ser falsos españoles. Lo repetimos por si alguien todavía no se entera. Es mentira decir que la situación económica española se debe a la crisis mundial. Todos los países europeos, con la excepción de la España de Zapatero, han salido ya de la crisis. Canarias podría superar también su penosa situación si no fuese una colonia española. Si los isleños administrásemos nuestros propios recursos dejaríamos de pasar hambre. Podríamos, por ejemplo, fijar nuestras tasas aeroportuarias sin estar mendigándole el favor a Madrid. Así aprovecharíamos la recuperación de los países europeos para que nuestro sector turístico retornase a la pujanza que tuvo hace sólo unos meses. ¿Qué tenemos en realidad? Paro y hambre. Nada menos que 300.000 canarios están sin trabajo. Casi un 27 por ciento de la población activa. ¿A qué esperas, canario, para liberarte de quienes te están hundiendo? Los expertos europeos ya hablan sin tapujos: España pone en peligro la Unión Económica y Monetaria. El Gobierno de Madrid también pone en peligro el futuro de Canarias. Dicho sin rodeos, España nos está arruinando.

ANTES de concluir queremos dedicar unas líneas a un tema que hemos comentado en días anteriores. Un señor sigue viniendo a diario a esta Casa para recoger su periódico, como tiene por costumbre desde hace muchísimos años. Este señor ha querido justificar su actitud, difundida en un diario minimísimo al servicio de Las Palmas, dándole explicaciones a un empleado de EL DÍA que no ocupa un cargo directivo, pero no a su editor y director. En cualquier caso, a través de esa persona hemos sabido que su pensamiento sigue siendo el mismo con respecto a nuestra línea editorial. Ese señor no rectifica, de la misma forma que nosotros tampoco rectificamos el afecto que le tenemos. En cualquier caso, no justifica su presencia en las páginas de ese periódico minimísimo, lo cual nos hace pensar que por ser una persona con educación suficiente, no quiere decir que ese periódico ha manipulado sus manifestaciones. En pocas palabras, ese señor no quiere admitir que ha sido víctima de un atropello por parte de ese diario caballo de Troya canarión, para el que todo vale con tal de desprestigiar a EL DÍA. Hay que reventar a EL DÍA porque esas son las instrucciones de Las Palmas, aunque sea con mentiras e implicando a personas decentes. Todo lo dicho lo suponemos hasta hoy. Veremos en qué mar desemboca este asunto. Conoceremos, entonces, la condición humana.