HOY VOLVEMOS a comenzar un editorial de EL DÍA con el preocupante asunto de Marruecos. Al margen de medianas asimétricas y otras boberías, la situación está muy clara. Canarias se encuentra dentro de la Zona Económica Exclusiva de Marruecos y, por lo tanto, el país de la Monarquía alauí puede reclamarnos cuando le dé la gana sin que España pueda hacer nada para impedirlo. No obstante, nos alarma aún más el hecho de que posiblemente el Gobierno de la Metrópoli que nos coloniza actúe con el mismo comportamiento cobarde que ya tuvo en 1975, cuando las tropas españolas salieron corriendo del Sahara y dejaron al pueblo saharaui en manos de Hassan II. ¿Duda alguien que el Gobierno español hará lo mismo con Canarias apenas Rabat presione un poco? Nosotros no, de forma especial tras las últimas declaraciones al respecto del presidente del Gobierno de España: "Es mejor dar la mano que cerrar la puerta a Marruecos", acaba de decir en Estrasburgo.

Zapatero fue a hablar en el Parlamento europeo, pero sólo se quedaron a oír sus palabras un grupo de acólitos socialistas, entre ellos el inefable Juan Fernando López Aguilar. A Rodríguez Zapatero no le hace caso nadie. El presidente del Ejecutivo español hace el ridículo en cuanto abre la boca. ¿Cómo se atreve a recomendar medidas contra el paro y la crisis a los europeos, cuando España está a la cabeza del desempleo comunitario? Qué descaro tan grande ir a Estrasburgo a apostar por un gran pacto social entre empresarios y sindicatos. ¿Cree Zapatero que los sindicatos europeos son iguales que los españoles? ¿Piensa que son una caterva de vagos a los que se subvenciona con facilidad para que no salgan a la calle a protestar por la desastrosa política de sus gobernantes, aunque el pueblo esté pasando hambre? Que no se lleve a engaño: Zapatero hace el ridículo, insistimos, en la sede del Parlamento europeo de la misma forma que doña Oramas, don Perestelo y don el otro lo hacen en el Congreso y el Senado de España. El uno, los otros y la otra son el hazmerreír. El presidente de la nación que nos sojuzga desata carcajadas por su ignorancia política, y los otros tres porque son magos que se quieren hacer pasar por españoles. Mándense a mudar todos de una vez.

Hubo un detalle de la intervención de Zapatero en el Parlamento de Estrasburgo que ha pasado desapercibido, quizás porque la prensa española mantiene su empeño de no publicar ninguna noticia susceptible de evidenciar la ignominiosa situación colonial que sufre Canarias. Mientras Zapatero avergonzaba a sus compatriotas desde la tribuna de oradores, la eurodiputada lituana Laima Liujica, perteneciente al Partido Popular Europeo, se quejó de que había realizado un curso de español en Canarias pero no le habían reembolsado su coste. Algo a lo cual tenía derecho, según manifestó, por haberlo hecho en territorio español. Craso error el de la señora Liujica al pensar que esto es España. Lamentamos que haya debido enterarse de esta manera. Señora eurodiputada, sepa usted de una vez por todas que Canarias no es España, sino una nación injustamente ocupada desde hace casi seis siglos. Y eso lo saben los españoles que nos esclavizan. Por eso se ríen en Madrid de la señora Oramas y del señor Perestelo. Los españoles saben que no somos españoles, sino indígenas colonizados a los que saquean las riquezas con sus oficinas de Hacienda. De hecho, ni siquiera la UE nos considera continentales del viejo continente, sino ultraperiféricos. La misma categoría que se da a los habitantes de las colonias francesas de ultramar. ¿Cómo pretende que le devuelvan el coste de un curso de español realizado en Canarias, si este Archipiélago no es España?

LO QUE HA HECHO en este caso el Gobierno de la metrópoli es obrar en consecuencia. Una consecuencia que, para desgracia nuestra, no tiene su continuidad en el inicio del proceso para que alcancemos nuestra independencia. Y ello a pesar de que estamos en 2010; año a cuyo término finaliza la segunda década fijada por el Comité de descolonización de los pueblos de las Naciones Unidas para liberar a los territorios ocupados por potencias coloniales. ¿Puede haber mayor desvergüenza política?, nos preguntamos.

Canario, ¿cuántas pruebas más tenemos que darte de que no eres español? ¿Prefieres seguir narcotizado por los amantes de la españolidad de estas Islas, por los nacionalistas tibios y teóricos y, en general, por todos los colaboracionistas de quienes nos invadieron y siguen saqueándonos casi 600 años después, a ser libre y volar con las alas extendidas? Canario, despierta; los españoles no te quieren. Te miran con curiosidad como a un ser exótico; con la misma curiosidad que se miraba en las cortes europeas a los guanches y guanchas, incluidas niñas y niños, arrancados de su tierra y de sus familias para ser vendidos como esclavos.

Una vez más afirmamos que nuestro lema para conseguir la independencia es la recuperación de la identidad, la dignidad y la libertad de los canarios. Mientras seamos españoles de tercera o cuarta categoría ?o ni siquiera españoles? y europeos ultraperiféricos, carecemos de la identidad canaria, que es la que nos corresponde. Sin identidad y libertad, tampoco seremos personas dignas sino lacayos de los que todos se ríen.

Como argumentos para llegar a obtener la nación canaria citamos también la reivindicación de la memoria histórica. Pero la memoria histórica de nuestros antepasados, no la memoria revanchista de Zapatero y sus secuaces políticos, que sólo buscan abrir de nuevo heridas también sufridas por nosotros en propia carne. ¿Saben quienes nos atacan que La Prensa, de la que procede EL DÍA, fue multada en agosto de 1936, pocos días después del golpe de Estado de Franco, por no mostrar demasiado entusiasmo con el nuevo régimen? Luego llegarían otras persecuciones que más de una vez hemos comentado en estos editoriales. En consecuencia, sólo la hez del periodismo puede calificarnos de franquistas. Esa ciénaga en la que se revuelcan las plumas más pestilentes de estas islas emana envidias retorcidas que nos producen arcadas. ¿Cómo es posible que alguien nos vilipendie de la manera en que lo hacen los cuatros godos ?el ágrafo, el tiñoso, el apestoso y el bembón de la bemba caída? por defender la memoria de nuestros antepasados? El crimen, que lo sepan los godos ?a los peninsulares, lo repetimos un día más, los respetamos? no es denunciar el genocidio que sufrieron los guanches; el crimen es querer ocultar un crimen de lesa humanidad, porque mientras no se conozca de forma generalizada la magnitud de la masacre sufrida por nuestros abuelos, el pueblo canario ?y hasta el pueblo peninsular de nobles sentimientos, tan distinto a los godos? seguirá narcotizado y vampirizado por los chupópteros de Madrid. Reivindicamos, como decimos, la memoria de nuestros antepasados, pero sin pedir que se exhumen cuerpos de tumbas desconocidas. En realidad, resulta absurdo hablar de tumbas porque todas las islas, incluso la traidora tercera, son tumbas de los guanches. Toda la tierra canaria es la tumba de aquel pueblo noble, porque toda esta tierra les pertenecía antes de que se la arrebataran los viles conquistadores.

BAJO el desastroso gobierno de Zapatero, la crisis se agudiza y el hambre aumenta. Por eso también reclamamos, un día más, la gestión de nuestros recursos. Contrariamente a lo que dice el presidente del Gobierno, parece que todavía son muchos los años de penurias que nos quedan por delante. ¿Estás dispuesto, canario, a correr la misma suerte de quienes hoy te dominan y te roban tus recursos o, por el contrario, prefieres gestionar tu propia riqueza? La recuperación se asoma ya a la mayoría de los países europeos. ¿Por qué no puede llegar también a Canarias, si nuestras Islas mantuvieron en el pasado unas relaciones comerciales con Europa mayores que con la Península española?

Despierta, canario, que ya es hora, o pronto despertarás con una chilaba a los pies de la cama para que te la pongas nada más levantarte. De la noche a la mañana habrás pasado de ser súbdito de Juan Carlos I a serlo de Mohamed VI. ¿Qué piensas que quiere decir Zapatero cuando manifiesta, como decíamos al principio de este editorial, que es mejor dar la mano que cerrar la puerta a Marruecos? Despierta canario y vuela antes de que te hagan magrebí; despierta antes de que sea tarde. Sólo la independencia puede librarte de la miseria española y de la chilaba y el fez marroquíes.