D. BARACK Obama ha invitado, para el primer jueves de febrero, a D. José Luis Zapatero al "National Prayer Breakfast", que traducido y completado viene a ser un desayuno de plegaria nacional cristiano conservador que se celebra desde 1953. Los americanos son así, sin mosca, con la maza dando y a Dios rogando. Desde un punto de vista europeo puede interpretarse como una inmersión en la zona espiritual del cauce de hipocresía mayúscula que dan a su imponente capacidad y fuerza. Suena a "gilipollada" que le pidan a ZP que asista. Invitar a Bono de U2 tuvo sentido por la espiritualidad y compromiso del músico irlandés, nominado en dos ocasiones para el Nobel de la Paz, y que al preguntársele si se consideraba católico (como su madre) o protestante (como su padre) contestó: "Siempre me he sentido como nadando entre dos aguas".
Invitar a Zapatero, que entre otras cosas promueve abiertamente la abstención o el neutralismo radical en cuanto a las conexiones con la divinidad y está enfrentado a la Iglesia, por los matrimonios con personas del mismo sexo, por la despenalización del aborto? e incluso en los últimos tiempos por querer suprimir los crucifijos de los colegios, parece tener debate por contravenir el sentido del pudor.
En teoría no sería el más apropiado, y lo que yo quisiera defender hoy es justo lo contrario, que si profundizáramos un poquito más y lo viéramos desde la perspectiva de la investigación en la esperanza en los demás, en eso que llevamos dentro que navega por encima de la máquina física que contenemos, en el alma superior a lo que establece cualquier liturgia concreta o zonal, puede que sea de lo mejorcito que podríamos aceptar e importar de la cultura yanqui.
Al presidente del Estado español, que ni se levantó en el famoso desfile ante la bandera norteamericana y que es el campeón europeo del laicismo, la invitación aparte de sorprenderle le hace ilusión. "Vamos de paseo. Pi, pi, pi? En un coche nuevo. Pi, pi, pi?". Lo confiesa en sus declaraciones, le gusta. Debería el hombre llevar también a D. Gaspar Llamazares para eliminar esas suspicacias aparecidas con la CIA en referencia a la evolución a occidental de Bin Laden. Clavadito, seguro que quita hierro.
Creo que a todos nos vendría bien una cosa de esas. Es una cuestión de costumbre social. Aquí no se organizan ni nunca te invitan a semejantes interiorizaciones compartidas que, independientemente de un acto religioso, pueden significar algo positivo para la concordia o el entendimiento. Meditemos; no todo van a ser chuletadas y bonchos. ¿Vamos a tomar un café? Y por ahora a nadie se le ocurre echarle unas perras de plegarias. Lo trato sin cachondeo, aunque me temo que a mí mismo de esa manera me sonaría artificial e idiota. ¡Hoy no puedo!, falta costumbre social.
Si estamos adoptando la influencia marcada de Hollywood, la cultura de la violencia, el Papá Noel de Coca Cola y la Navidad del arbolito, el Halloween, el Día de Acción de Gracias o el desastre financiero de Wall Street? podemos también dejarnos cautivar por los desayunos del rezo.
Quizás para ZP esa pueda ser una actuación interesante para perseguir alguna efectividad contra la crisis de valores que sus detractores dicen que fomenta y contra la crisis económica para la que sus detractores dicen que no está capacitado. Probablemente venga bien que el insigne rece, aunque no sepa; a lo mejor se encuentra con una pista vital y ordena las cosas en su confusa mente. En el plano económico le puede llegar un brote verde o de luz, una inspiración divina o un algo que desbloquee el panorama negro de la economía del Estado y, arrastrada con ella, la de Canarias.
Es bueno relativizar y añadir humor. No es tomarlo a broma, ni mucho menos, pero basta imaginarse a José Luis en la oración con Barack y Hussein, y las meditaciones ocurrentes fluyen solas. El portavoz de Economía del Grupo Popular, D. Cristóbal Montoro, no se resistió a ironizar abiertamente en público sobre este acontecimiento planetario. Montoro pidió a Zapatero que "rece para ver si alguna divinidad viene a España y resuelve la crisis". La tentación era demasiado fuerte y prosiguió: "Luego, le sugerimos que vaya a Lourdes de paso y apele a otra puerta, por si acaso también ayuda".
En fin, lo bueno para el espíritu siempre ayuda.
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