SIN NINGUNA duda, es el alto desempleo que sufrimos en Canarias lo que más preocupa en estos momentos a nuestros ciudadanos. Tan grave es la situación que el presidente del Gobierno, Paulino Rivero, ha prometido crear 80.000 puestos de trabajo en 18 meses, todo un milagro que haría santo al presidente de poderlo cumplir. Toda una promesa inviable porque no salen las cuentas, dado que pretende hacerlo con 60 millones de euros procedentes del Impuesto de Tráfico de Empresas (ITE) que la Administración del Estado dejará de cobrar a Canarias, y con ese dinero sólo daría apenas para tres meses.

Ya para 2008, Paulino Rivero prometió crear 15.000 puestos de trabajo y 18.000 para 2009. Ahora promete 80.000 para 2010. Lo paradójico del asunto es que la teórica creación de 15.000 puestos de trabajo en 2008 suponía un costo de 121 millones de euros y 128 millones de euros la de 18.000 de 2009. ¿Cómo entonces, ahora, con mucho menos dinero, 60 millones de euros, se pretende afrontar la creación de 80.000 nuevos contratos laborales? ¿Qué insólito milagro pretende nuestro presidente?

Tampoco salen la cuentas de Paulino Rivero cuando prometió crear 10.000 puestos de trabajo incrementando el impuesto sobre el tabaco, lo que sólo daría para un mes, y, por otro lado, el pacto social por la economía y el empleo, firmado con agentes sociales y algunos ayuntamientos y cabildos, establece que los recursos financieros derivados de la supresión del ITE se destinarán a subvencionar la cuota empresarial de seguridad social y también a un fondo entre la comunidad autónoma y corporaciones locales para fomentar la inversión pública y generar empleo, cuando la realidad es que las corporaciones locales se han quedado fuera y el pacto social se ha incumplido porque carece de ficha financiera, apenas dedica medio folio a la dotación presupuestaria, no dispone de cronograma de aplicación y de indicadores para la correcta evaluación, no contempla medidas a corto plazo que creen empleo y no fue consensuada con los sindicatos.

En materia de empleo se hacen necesarias dos recomendaciones esenciales: la evaluación y seguimiento de la política de creación de empleo y el consenso con los agentes sociales, lo que no se ha producido en Canarias, una comunidad que ha reducido en un 1,43% su aportación al Servicio Canario de Empleo. Lo conveniente es apostar por un plan extraordinario de apoyo al empleo local a través de todos los ayuntamientos canarios y un programa especial para jóvenes en paro menores de 35 años, incentivando la formación y titulación profesional, incorporando personal preparado a aquella industria hotelera y de ocio que apueste claramente por satisfacer las necesidades que hoy se demandan y la reconversión, así como atendiendo un plan de empleo para los sectores agrícolas y ganaderos.

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