Estimado señor director: le ruego me publique la siguiente carta dirigida a don Pedro Suárez, consejero de Aguas del Cabildo de Tenerife, que es copia literal de la que hace un mes le escribí a él personalmente.

"Hace apenas seis meses le remití una carta certificada a su propio nombre, permitiéndome sugerirle una serie de circunstancias relativas a la administración del agua en nuestra isla. Al menos, en lo que a mí concierne, no he tenido acuse de recibo ni muestra alguna de que usted haya "anotado" mis modestas sugerencias. Lo cierto, señor consejero, es que el voto de confianza a su gestión que entonces le había otorgado porque acababa de aterrizar en el cargo, acabo de ponerlo en duda. Y le diré por qué:

Desde el pasado mes de octubre sepa usted (si no lo sabe aún) que en la galería Hoya del Cedro, en los Altos de Icod de los Vinos, de la que soy partícipe-comunero, se están derramando al volcán 300 pipas por hora de un agua que el Cabildo de Tenerife tiene la ineludible obligación de recoger, canalizar y tratar debidamente para su aprovechamiento. Esto, al menos, es lo que contempla en su "manual de buenas intenciones" la Ley de Aguas que usted y su organismo predican a bombo y platillo pero que, por lo visto, son los primeros en incumplir.

Para que no me tache usted de imprudente e incordión, no sólo le cuento dónde está el mal sino que también le adelanto la solución: recoja esa agua, canalícela hasta la planta de El Reventón, póngala en marcha (que la tienen parada desde ya no se sabe cuándo), trátela como es debido y repártala como Dios manda entre los agricultores que la necesitan. ¡Hágame ese favor!

Ya le he dicho que llevo muchísimos años luchando por evitar esta clase de desmanes en la administración del líquido elemento en nuestra tierra. Y le prometo que no me voy a cansar. Ni siquiera porque usted no tenga la delicadeza de contestar mis escritos para confirmar o desmentir mis razonamientos. Mire, señor consejero: 300 pipas por hora tiradas al volcán deliberadamente, ¿no le parece argumento suficiente para que se tomen medidas urgentes?

Eso espero, es mi deseo y también mi deber denunciarlo. A usted, que es el responsable directo y, como no me ha escuchado porque sigue derramándose el agua, que lo sepa la opinión pública para que pueda juzgar su inexplicable gestión".

Ernesto Hernández Melchor

(Santa Úrsula)

La Palma olvida a Miguel Castañeda

Según el recientemente fallecido Jaime Pérez García, cronista oficial de Santa Cruz de La Palma, en su libro "Fastos biográficos de La Palma", Miguel Castañeda y Carmona fue uno de los hijos más preclaros de la isla. Nacido en la capital palmera el 4 de enero de 1840, "salió investido como diputado provincial en 1872 y se valió de sus relaciones para gestionar y obtener la realización del primer trozo de la carretera general del Sur. Diputado a Cortes en 1881, continuó su labor tenaz en pro de los intereses de La Palma, y consiguió el estudio y aprobación del segundo y tercer trozo de dicha vía y de la del Charco Verde, e intervino en la ley por la cual se declaró de interés general el puerto de Santa Cruz de La Palma. También contribuyó eficazmente al establecimiento del cable telegráfico y fomentó la industria del tabaco. Su actuación política se caracterizó siempre por su acendrado patriotismo, por sus deseos de lograr, en todo momento, el bienestar de su país y sus conciudadanos".

Pues, pese a estos importantes logros, la isla de La Palma, el Cabildo, su ayuntamiento y otras entidades, han olvidado a tan preclaro hijo, sin dedicarle, al menos, una calle o plaza en ninguno de los 14 municipios de la isla, especialmente el de Santa Cruz, su ciudad natal, donde falleció el 13 de junio de 1916.

Pensamos que aún están a tiempo las autoridades palmeras en reparar tan imperdonable olvido. Esperamos que sí.

Un palmero afincado en Tenerife