EL CABILDO Insular de Tenerife, que es el dueño y señor, sin limitaciones, del transporte público de viajeros en la isla, nos sube el llamado "bonobús", que sirve para las guaguas de Titsa y para el tranvía. En el año 2008, cuando también se produjo un aumento del precio de este bono en el área metropolitana, se alegó como pretexto la subida de los carburantes. Ahora, la Corporación se quita la careta ante el pueblo y eleva el precio del trayecto de 0´95 a un euro, o sea, un 5 por ciento más. De esta forma, el Cabildo incrementa el precio del viaje por encima de la suma de los IPC en los ejercicios de 2008 y 2009. El incremento del primero de los citados aumentos fue de 1,2 euros y el segundo, de un 0,8 de euro, elevación que suma 3 puntos.

Si, como todo el mundo dice, los billetes de los transportes públicos de Tenerife cuestan más caros que los que rigen en todas las comunidades autónomas del país, ahora la diferencia es bastante más considerable sin que haya causas que la justifiquen: ni las guaguas cuestan más caras, ya que hasta entran en el baratillo existente en todas las marcas de coches debido a la crisis reinante, ni la gasolina ha subido nada, sino todo lo contrario.

También hay penalidad para los desdichados estudiantes universitarios, que, en mis tiempos, sacábamos bono del antiguo tranvía y hoy, con el bonobús, que en el tranvía hay que quitarle el "bus", puede usarse, indistintamente en Titsa y en el llamado, por lo finoli, Metropolitano, previo pago del 6,8 por ciento sobre el precio actual.

Los que aflojan los 40 euros del abono mensual no tendrán que hacer frente a ningún aumento, porque obtienen un descuento adicional con respecto al cliente que sólo usa el vehículo ocasionalmente con el bono del mes, que permite un número de viajes ilimitado durante 30 días. Hay otros galimatías en lo que respecta a transbordos y combinaciones tranvías-guaguas, pero esto es más difícil de entender.

Y a joderse toca, con perdón y "a llorar al Valle", que se decía antes en El Toscal cuando las cosas eran irremediables y había que jeringarse.