DE LA "EXTINTA" Milicia Universitaria que llenó sus campamentos a lo largo de treinta años (1943-1973) salió buena parte de la sociedad civil española. Tres presidentes de Gobierno (Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo-Sotelo y Felipe González), aparte de políticos de diverso signo, como Fraga Iribarne, o ilustres médicos como Castilla del Pino o Pérez Modrego, o juristas como Tomás y Valiente y Martínez, ambos asesinados por ETA. Y un sinfín de artistas, ingenieros, científicos, catedráticos, etc. Cada campamento tuvo su gran o pequeña historia. Sus ecos o problemas, más o menos actuales, de los que he dado cuenta en un reciente ciclo de conferencias en el Instituto de Historia y Cultura Militar y en la obra "La Milicia Universitaria. Alféreces para la Paz".

El campamento de Hoya Fría (Tenerife), por poner un ejemplo, era para universitarios canarios. Se le tenía como un modelo, entre otras razones porque había permanecido como jefe un capitán, luego coronel, Pérez Andreu. Hasta el punto de ser solicitado también por estudiantes no canarios, que buscaban algún parentesco. Hoy, su XII Semana de la M.U. Canaria prueba la firmeza. Así podríamos hablar de las singularidades de los campamentos de Montseny, Castillejos, Montelarreina, o los de la Milicia Naval en San Fernando y Marín, o el de Villafría, para la Milicia Aérea, con el laureada vara de Rey como director.

Pero hoy voy a detenerme un poco en el campamento de El Robledo, en La Granja (Segovia). La batalla de los crucifijos, de la que me ocupé en el libro "España en la encrucijada", febrero de 2009, como tormenta preanunciada, viene desde la hoja de ruta laicista que se abre tras la transición, y que continúa con varias fundaciones con ribetes y recursos socialistas. Nos ha venido enseguida la pregunta: ¿también afectará esto al Cristo del campamento de El Robledo, en el campo del Llano Amarillo, de ese campamento que era modélico, por los jefes que tuvo, los profesores, los alumnos de la Universidad entonces Central?

Es un Cristo iniciativa de los caballeros aspirantes de las primeras promociones. La naturaleza interdisciplinaria de los campamentos permitía convivir a estudiantes de Bellas Artes, Filosofía, artilleros, ingenieros, juristas, etc. De acuerdo con los jefes, se erigió, por los años 50, un Cristo de dimensiones excepcionales: sin ser exactos, unos veinte metros de altura y diez metros en los lados de la cruz. La escultura la moldearon los de Bellas Artes, asesorados por los arquitectos e ingenieros, tanto para su estabilidad frente al viento, nieves y otros accidentes atmosféricos, así como por el transcurso del tiempo. Cerrado el campamento en 1974, se abandonó todo el cuidado y se deterioró tanto en la madera de la gran cruz como en la escultura del crucifijo.

Pero hace unos años un grupo de exalumnos del campamento de El Robledo -entre ellos recuerdo a Gómez Minget, fallecido recientemente, y Juan Juncosa- hizo, con ayuda de la Unamu y suscripciones, una restauración completa. Además, se creó una hermandad religiosa. Al principio no eran muchos los que anualmente se daban cita allí. Ha habido alcaldes socialistas en La Granja. Al comienzo se contaba con un capellán, don Julián Fernández del Corral, magistrado y académico, también fallecido hace años. Hoy asisten autoridades locales y personas de la zona de todas las clases. Ha surgido una devoción que va más lejos del círculo de la Milicia Universitaria. Y nos acompañan incluso quienes han ocupado u ocupan altos cargos en el Ejército o en la Administración Pública.

No es el Cristo de la Legión, que pasean en las procesiones de Málaga, o del que tienen copias en las salas de banderas de los tercios. Nosotros, que en nuestra obra "Libertad de enseñanza y enseñanza de la religión" (2004), ya desvelamos la hoja de ruta laicista y afirmamos que, si no se modifica la Constitución, el Estado que está contemplado en ella es de carácter aconfesional. No es laicista, dígalo quien lo diga. Alerto de que sigue siendo su meta. No ya, si pudieran, hasta enlazar con la II República, sino con la Ilustración. No ha habido en el socialismo español un debate interno. No está en los programas, sino en los hechos consumados de un presidente ejecutivo "ilustrado". Mientras que en Europa se quiere volver a sus raíces y a sus identidades nacionales. Lo ha demostrado el Tribunal Constitucional alemán, estimando que en los domingos de Adviento los centros comerciales no abran por ser dedicados al descanso y a la reflexión religiosa. El Cristo de El Robledo, que bendice e ilumina un gran entorno de La Granja, ¿también tendría que demolerse frente a la devoción del pueblo de la Milicia Universitaria que lo restauró?