SUSCRIBO, de cabo a rabo, el "Superconfidencial" de mi admirado y muy querido amigo y compañero Andrés Chaves, correspondiente al 31 de diciembre del ya pasado año. No hemos tenido suerte en este país con el nefasto Rodríguez Zapatero, del que quisiera, por pura curiosidad, oír o leer un solo comentario elogioso que no proceda de un lameculo como el apingüinado Pepiño Blanco o el también nefasto, a imagen y semejanza de Zapatero, Juan Fernando López Aguilar, conocido por "Terminator" y, afortunadamente, ya autorretirado de la política canaria. Su persona y su gestión, en punto a desastrosas, no pueden compararse a ninguno de sus antecesores, si me apuran en toda la Historia de España. Hay que remontarse a los tiempos de los llamados "bárbaros del Norte", con Ataulfo y compañía, incluido Atila, que era más bestia que Zapatero pero más listo que este ser tan amorfo que no se da cuenta ni cuando hace el ridículo, con su inseparable Moratinos, quien parece un tonto de pueblo y lo es. Este ejemplar de la insensatez y la inoperancia es el que va a presidir la Unión Europea y hacer de bufón de circo en el Viejo Continente y en el mundo entero. En cuanto a Moratinos, que ya nos ha avergonzado bastante por su fracasada política exterior, se libró de él la Comisión Europea al nombrar para el cargo a una señora inglesa, a la que nuestro ministro ni le calza la zapatilla. Porque Zapatero nombró para formar su Gobierno a ministros tan esperpénticos como la señora Aido, titular de Igualdad, un departamento inútil que se inventó y "menistra", como dicen en mi pueblo, de Defensa, a doña Carme Chacón, quien, aparte de otras acciones que mueven al bacilón como lo de los miembros y las miembras, pasó revista a una formación de soldados luciendo su preñez, que casi no pare a la criatura durante el desfile, de avanzado que estaba el estado. Luego doña Carme ha ido a Afganistán, pero ya sin barriga. Con este absurdo nombramiento, Zapatero ha querido ridiculizar a las Fuerzas Armadas, que ya las señalan con el dedo en todo el mundo. Y es que este sujeto, en su ignorancia o su mala uva, no respeta ni los grandes valores que personifican y son orgullo de la que los españoles seguimos considerando nuestra Patria.