DICEN LOS POLÍTICOS profesionales, los ocasionales y hasta los bolsilleros que lo importante en la información publicada por un periódico son los titulares y no la información en sí misma. De igual manera cabe suponer, según este criterio, que en los comentarios y editoriales prima más el título que el fondo o contenido. Eso quiere decir que los políticos son unos desvergonzados; que no son amigos del pueblo al que representan porque fueron elegidos por él. Nosotros pensamos todo lo contrario: lo importante es la opinión, el contenido y no el continente, porque la palabra expuesta es "la palabra de Dios". Los títulos sólo son un índice que conduce a lo que importa saber o conocer. Cuando decimos "la palabra de Dios" nos referimos a que la voz del pueblo es la voz de Dios. Vox populi, vox Dei. La voz de miles de canarios que quieren defender su tierra es también la voz de EL DÍA. Somos paladines de nuestras Islas y valedores generales y específicos de cada una de ellas, con excepción de la tercera que quiere imponer su hegemonía a las demás. Por eso decimos que importa el contenido, no el continente. Lo de dentro es lo que vale; lo que se envía, lo que se recibe. Lo de fuera es lo accidental; lo que transporta; lo que sirve para transportar pero después se desecha.

Un ejemplo de lo que estamos diciendo lo tenemos a la vista mientras escribimos este comentario. Se trata de un cuaderno de tapas verdes que recoge, fotocopiadas, las portadas de EL DÍA desde el 20 de julio hasta el 28 de septiembre de 2003. Este dossier se lo entregó a José Rodríguez un político de relieve, molesto porque no le favorecían nuestros titulares. Lo que importa, volvemos a subrayarlo, es el contenido, no los titulares. Pero así son de engañadores los políticos.

Pasamos a otro asunto. Nos hemos enterado que algunos medios de comunicación, entre ellos TVE-C, proponen al periodista Ángel Tristán Pimienta para el Premio Canarias de Comunicación. Si nos atenemos al Decreto que regula la concesión de estos galardones, resulta que el Premio Canarias de Comunicación será otorgado a aquella persona o entidad cuya labor a través de cualquier medio de comunicación haya contribuido a difundir y a profundizar en la realidad canaria en sus aspectos cultural, social y económico, y a divulgar los valores propios de nuestra Comunidad Autónoma. Nos preguntamos qué ha hecho el señor Tristán Pimienta en este aspecto. Unir a los canarios desde luego que no. Su vida profesional ha estado vinculada a un periódico que nació en 1911 para fomentar la división provincial; es decir, para desunir a las Islas, que hasta entonces eran un todo único con capital en Santa Cruz de Tenerife. A partir de ahí, Ángel Tristán sólo se ha ocupado de glorificar a Las Palmas en detrimento de Tenerife. Una vez se puso histérico en una reunión con colegas, pues no entendía que una isla "como Tenerife" pudiese tener dos aeropuertos internacionales, mientras que Las Palmas seguía, y seguirá, con uno solo. Por lo demás, ese señor ha sido demandado por José Rodríguez debido a sus insistentes ataques contra él y contra esta Casa. Juicio que perderemos con toda seguridad, porque según hemos dicho y demostrado se nos puede insultar, calumniar o injuriar públicamente y con publicidad y con impunidad, y no admitirse a trámite la demanda. Pues hasta el juicio del mitin, donde no se defendió al demandado por nosotros como preveíamos, lo perdimos, aunque por sistema y por seguir creyendo en la justicia lo hemos apelado. Fue el juicio en el que la defensa del demandado consistió toda en un mitin comparando a José Rodríguez con el vasco Sabino Arana y diciendo que la sociedad trata a don José Rodríguez como "don Pepito". Mentiras cochinas las señaladas y otras que merecen justicia y castigo.

En realidad, el Premio Canarias no existe, ni existirá, mientras no se lo concedan a EL DÍA y a su editor. No hay medio de comunicación en todo el Archipiélago que supere en relieve ni en difusión a nuestra empresa y periódico, y tal premio comenzará a contar desde que se nos dé a nosotros, que somos los que más méritos acumulamos desde su creación, desde el primer año. Sin embargo, no nos dan ese galardón por odios políticos y envidias empresariales. Nada cuenta, al parecer, que este año se cumpla un siglo desde que vio la luz el primer ejemplar de este periódico, entonces con el nombre La Prensa.

Y acabamos. Era nuestra intención dedicar hoy unas líneas al PGO de Santa Cruz y, de forma especial, al barrio de El Toscal. Por razones de espacio ese tema se nos queda en el tintero, aunque sólo hasta mañana. En nuestro editorial del domingo analizaremos con detalle lo que está ocurriendo con este polémico asunto y hablaremos de quienes están detrás de todos los altercados.