La diversificación y consiguiente apertura de nuevas vías de acción ha de ser siempre un objetivo fundamental a la hora de concebir un plan de desarrollo económico. Resulta obvio que la adopción de tal postura guarda una relación directa con las posibilidades de obtener un mejor rendimiento y, a la vez, una garantía de estabilidad que no sería posible si únicamente se contara con escasas fuentes de actividad.

Nuestra Isla ha llevado a cabo en las últimas décadas un esfuerzo significativo en este sentido, de manera que se ha procurado abrir otros campos complementarios del turismo, un sector que no obstante continúa siendo nuestro principal activo. Así, los ámbitos tecnológico y agrario han recibido un impulso considerable para procurar aquellos avances que les proporcionen la posibilidad de competir y lograr rentabilidad.

Un capítulo destacable en este contexto ha sido la puesta en marcha del programa Tenerife Moda, un proyecto emprendido hace ya doce años por el Cabildo con el fin de fomentar el desarrollo del sector textil en la Isla. Ello ha permitido canalizar la actividad de nuestros creadores y facilitarles el apoyo necesario para llevar adelante sus inquietudes profesionales y buscar mercados externos en los que situar su producción.

En la actualidad podemos mostrar nuestra satisfacción porque los resultados han sido sumamente positivos. De hecho, esa marca que tan bien define la iniciativa ha logrado situarse en las ferias internacionales más representativas y el volumen de las exportaciones realizadas hasta ahora supera los 12 millones de euros. Además, también se ha ampliado el programa a otros terrenos, como la peluquería y la industria del Carnaval, en los que los diseñadores isleños poseen una maestría inigualable y una trayectoria debidamente contrastada y reconocida. Son ya 26 empresas, 33 marcas y 9 sectores los que integran Tenerife Moda. Las marcas están presentes en 26 mercados y se ha acudido a 16 ferias comerciales nacionales e internacionales. Cuentan con 1.608 puntos de ventas a nivel regional, nacional e internacional.

La mayoría de los finalistas del concurso del año 2008 ya han creado su propia empresa o se han incorporado a los departamentos creativos de las empresas de Tenerife Moda. Esta actividad, como es obvio, ha creado considerables expectativas en la Isla, tanto en el aspecto meramente económico como en el creativo. Precisamente, esta misma semana hemos tenido la oportunidad de asistir a la segunda edición del concurso de jóvenes diseñadores de Canarias, organizado por el área de Desarrollo Económico del Cabildo, encabezada por Efraín Medina, que se celebró en el teatro Leal. La convocatoria fue un verdadero éxito y nos permite sentirnos esperanzados de cara al futuro, dada la calidad de los materiales exhibidos.

Ello obedece, sin duda, a la realización de un trabajo notable y aplicado de forma constante por numerosas personas que han adoptado el compromiso de contribuir con su esfuerzo al desarrollo de una industria de estas características. Son tinerfeños que están dispuestos a enfrentar las dificultades derivadas de la lejanía y a propiciar la concepción de un estilo propio, que lo identifique con las singularidades de esta tierra, en el que el colorido y la luminosidad adquieran protagonismo.

De cara al próximo año las previsiones contemplan una ampliación del ámbito de esta cita dirigida a la búsqueda de nuevos valores. Por ello, bajo la denominación de plataforma atlántica internacional de diseño joven, auspiciará la presencia de diseñadores noveles procedentes de distintos países situados en nuestra región geográfica, lo que enriquecerá aun más este evento.

La administración insular tiene la intención de continuar respaldando como ha hecho hasta el presente a este pujante sector, que ha sido capaz de crear empleo, generar actividad e, igualmente, abrir nuevas vías de comercialización. Ese es el camino a seguir para alcanzar un porvenir realmente provechoso.

* Presidente del Cabildo de Tenerife