MUY ACERTADAS las reflexiones de Miguel Zerolo, alcalde de Santa Cruz, publicadas en este diario con el título de "Las escuchas". Nuestros activistas políticos han llegado tan bajo que, utilizando impunemente la mentira y la calumnia, juegan con la integridad moral, con la dignidad y con el honor de las personas, sin importarles el daño irreparable que ocasionan a honrados seres humanos. El negativo ejemplo lo tienen en el mismo Gobierno de la nación, que no tiene escrúpulos en utilizar el poder de instituciones como la Justicia para, torticeramente, emplearlas en su favor y en contra de sus enemigos políticos, en detestables acciones como la detención de inocentes del partido contrario y su exhibición pública a manera de delincuentes peligrosos haciéndoles objeto de ofensas y vejaciones increíbles. El Gobierno de Zapatero jamás podrá borrar de la memoria del pueblo estas abominables acciones que, sin llegar al exterminio y otras barbaridades, siguen la línea de la dictadura nazi o de la soviética.

Esta execrable conducta, enmascarada en una aparente legalidad, llega a lo que el periodista Ramón Pi llama leyes inicuas, como la del aborto, y da por establecido, como afirma el mismo periodista, "un proyecto totalitario", el cual, como las severas dictaduras, suprime a los ciudadanos el derecho a ejercer la objeción de conciencia. Es el caso de los médicos que se han negado a cumplir la nueva Ley del Aborto, a los que se les obliga a practicar esa salvaje, criminal y anticristiana norma sin tener en cuenta su alegato y, desde luego, aplicándoles la ley como infractores, caso de negarse a cumplirla.

Se le presenta al omnipotente Gobierno Zapatero un hueso duro de roer porque el mismo presidente de la Organización Médica Colegial, don Juan José Rodríguez Zendín, se plantó ante el Ejecutivo y dijo: "El derecho a objetar en conciencia contra la práctica de abortos se va a respetar, se quiera o no se quiera, y es mejor hacerlo por las buenas que por las malas". Ahora se espera la reacción del Gobierno, pero se vislumbra que, de seguir como van las cosas, podría llegarse a obligar a médicos y a personal sanitario a practicar abortos, amenazándoles con una pena de cárcel o con privación del ejercicio de la medicina.

Y sigo con mi matraquilla. Rodríguez Zapatero se ha pasado, con creces, mediante un comportamiento mucho más marxista que socialista, pese a que Felipe González separó en su tiempo el marxismo de los principios políticos del socialismo. Se ha ido "arregostando", que dicen en mi pueblo, a costumbres de dictadorcito, y pretende meternos en el talego dictatorial semejante al de Lenin, al de Stalin o al de Mao. Ojo al parche. Por casi menos que esto, porque no había ni Ley del Aborto, ni EpC, ni escuchas telefónicas ni detenciones en Mallorca, Franco se sublevó el 18 de julio de 1936. El que avisa no es traidor.