¿Por qué no en el municipio de Santa Cruz?

El pasado 24 de mayo, domingo, y en la página 15 de EL DÍA, se nos informa de que el Ayuntamiento de Granadilla de Abona había firmado un convenio con una empresa dedicada al reciclaje del aceite doméstico; el citado convenio tiene una duración de cinco años y su principal importancia para mí, es que el servicio no comporta gastos ni al ayuntamiento ni a los usuarios, lo que se podría denominar como un auténtico chollo. Y por si fuera poco, la empresa, a su costa, colocaría los contenedores necesarios. Es indudable que el citado servicio será de gran ayuda a las amas de casa. Como complemento, parece ser que esta empresa, o lo recicla o lo exporta a la Península; eso, para mí, es secundario. Lo importante es que acaba con una problema, gratis, y ayuda, a la vez, a que se descontaminen, tanto las aguas subterráneas como las marinas. Existe en Santa Cruz, que yo sepa, al menos una empresa, que ignoro si no es la misma, que retira de los restaurantes y cafeterías, previo aviso y completamente gratis, insisto, el aceite usado. Esta empresa, no sé los empleados que tiene, pero, por suponer, digamos que son tres; si firma un convenio similar al de Granadilla, por lógica, tendría que ampliar la plantilla, porque si ahora obtiene beneficios, al mover más cantidades, ganaría más y necesitaría más trabajadores. otro punto a considerar es la lucha con los fines medioambientales. Yo no digo, Dios me libre, que los ediles de Granadilla sean ni más inteligentes ni más trabajadores que los de Santa Cruz, pero sí me da la impresión de que trabajan por mejorar su municipio, mientras, aquí, en la capital, se dedican a quitarse los puestos y denunciarse, entre ellos, trabajando cada uno para su candidato a las próximas elecciones. Se dice, y estoy de acuerdo, que en esta capital, aunque exista un solo ayuntamiento, hay dos paralelos, uno de CC y otro del PP; la lucha entre ambos equipos no cesa, con insultos, y hasta amenazas de querellas, y todo se reduce, simplemente, y en mi modesta opinión, a que el trabajo de los ediles está dedicado sólo y exclusivamente a hacer la campaña preparatoria de sus respectivos candidatos en suceder a Zerolo en los próximos comicios. Según se desprende de las noticias que nos llegan a los ciudadanos, hay más puñaladas entre los ediles que en el último acto de La Venganza de don Mendo. Y volviendo al tema, con la ayuda del Gobierno canario y de los cabildos, me pregunto, ¿cuántos puestos de trabajo se crearían en las Islas? Amén de la conservación del medio ambiente. He comentado este tema con varios amigos y todos están de acuerdo. Por algo será.

Alfonso Hernández Suárez

Todo se acaba pagando

Muy señor mío: Todo ciudadano aspira a que un gobernante ideal le represente ante otros partidos, gobiernos o países. Pero en la democracia "a la española" eso no es posible, principalmente, por las listas cerradas donde se hace una mezcla o "mix" -como en las fatales "subprime" americanas- con buenos, regulares y malos valores. Y así salen elegidos los que previamente han obtenido el placet de intereses más o menos espúreos. El metalenguaje político actual nos recuerda un tanto el LTI (lingua tertii imperii = lengua del tercer Reich alemán - "el lenguaje crea y piensa por nosotros" de Víctor Klemperer) que, asombrosamente, se han pronunciado ante audiencias diversas y difundidas al resto del mundo: "El feto es un ser vivo pero no humano", "el dinero público no es de nadie"; "nación, un concepto discutido y discutible"; "el Producto Interior Bruto (PIB) es masculino"... Las palabras no tienen ningún valor, pues se sabe que la Justicia depende de quien gobierna, a pesar de contar con excelentes profesionales, desde el famoso creador del Derecho Internacional, el burgalés Francisco de Vitoria (1483-1546). Ahora mismo el mayor escándalo gira penosamente por el fallecimiento de un bebé marroquí -por mala práctica- en un centro médico oficial. Los responsables están ya siendo juzgados políticamente, pero en su gran hipocresía se olvidan de los 120.000 abortos del último año, muchos de ellos ilegales. Todo se acaba pagando. Lo triste es el dolor de los que sufren mientras la verdad y la justicia no prevalecen. Mientras, el paro sigue aumentando.

José Luis Montesinos Sánchez-Real