CON LOS POLÍTICOS nunca se sabe cómo puede acabar el "ceremonial de la estancia en el poder", ni nadie con dos dedos de frente apuesta por ellos. Cual más, cual menos, que es tanto como decir de malos como de buenos, hacen de las suyas. Y es que, por lo general, algunos no tienen pizca de vergüenza. Informales, en el mejor de los casos, o manirrotos y ventajistas de altos vuelos, la mayoría dan muestra de no proceder acorde a las reglas del juego. Sin ir más lejos, Rodríguez Zapatero dio un mal ejemplo viajando gratis en un "Falcon 900" de la Fuerza Aérea, dicho sea de paso, por un tema ajeno a la función de su cometido en el Gobierno. El coste de una hora de vuelo de estos aparatos se cifra en 2.000 euros; o sea que el mitin de ZP de supuso a las arcas del Estado 8.000 euros. Calderilla. ¡Y después hablan de los del otro signo! No me agrada el tópico de todos son iguales, pero casi seguro que pocos se salvan del sambenito.

En línea con la polvareda que levantó este tío por el uso indebido de la aeronave para trasladarse a dar un mitin, o la ministra Bibiana A. al rebajar la autoridad de los padres a satisfacción del "sistema" (anteproyecto de ley orgánica de salud sexual, "ley de Aído, que sitúa la mayoría de edad para interrumpir el embarazo a los 16 años), muestra el perfil banal "enfilado" por las dos "estrellas" con más corriente de protesta a sus espaldas. En esta ocasión, por entrar en colisión con los planteamientos de las personas que están a favor del derecho a la vida. ¿Cuánto no habrá que escribir, o hablar, de la moral de Zapatero y sus compinches?

Y dando un brinco, a la par del melodrama del Gobierno, de sus ideas, de sus gustos, y hasta de su vocabulario, lo primero es hacer un esfuerzo para salir del batiburrillo de la recesión. O sea que, en principio, vamos a ver lo que da de sí el abanico de medidas encaminadas a mejorar la producción, el empleo y, por supuesto, el consumo; poco más o menos. Moviendo los resortes para, a su vez, proceder a una reforma del mercado laboral. No hay otra salida a la vista. Y en buena medida, para recuperar la confianza de los emprendedores, titulares de pymes, empresas familiares, sociedades, comunidades de bienes, etc., que no pueden soportar por más tiempo los coste de un despido improcedente; o más concretamente, los gastos financieros, fiscales, sociales, etc. Repercutibles, en fin de cuentas, sin que a nadie le duelan prendas las razones de la crisis. Naturalmente, Zapatero no quiere problemas con los sindicatos; le horroriza pensar en una huelga general, sobre todo teniendo en cuenta que las medidas se traducen en toda suerte de desgastes y complicaciones.

Bueno, tampoco todas las medidas del Gobierno son erróneas (detestables o imprudentes). Hay algunas que merecen un cum laude, o algo así. En este país quedan muchas cosas por hacer, y los socialistas, los populares, o los que pululan por los extremos a la buena de Dios, que haberlos haylos, saben que la formación es una asignatura pendiente. Incluso hay personas que apenas saben leer y escribir, que es lo menos que se puede pedir a un ser humano normal. Y eso quiere decir que los gobiernos de la democracia no han hecho la tarea convenida en la Constitución. Pues, para que vean, Zapatero se ha puesto mano a la obra con los que necesitan aprendizaje, o sea, formación reglada para labrarse un porvenir acorde a los tiempos y las circunstancias del laboro. ¡Bien por el chico, bien! Habrán observado que las pocas veces que los socialistas lo hacen bien, o regular, el premio no ha tardado en llegar a sus manos. Por contra, cuando meten la pata, damos paso al castigo. De las enseñanzas de santo Tomás. Lo siento por la "liga" de los progres; pero esto demuestra que no me duelen prendas.

j.manueleon@hotmail.com