INICIO las hostilidades del viernes con un deporte teóricamente minoritario pero que permite, aparte de formidables gestas y triunfos inconcebibles para territorios tan alejados y dispersos como los nuestros, una idea de la capacidad de competición casi anónima de muchos de los mejores jóvenes isleños. Prueba de ello -hay otras muchas disciplinas que ya iré abordando con paciencia y una caña- es el waterpolo, donde el CN Martiánez defiende año a año, y ya son muchos, una posición de relevancia en una de las mejores ligas del mundo. El esfuerzo de un amplio grupo humano que hay detrás de su nivel y categoría es un pulso de desafío contra las adversidades derivadas de representar a una ciudad pequeña y a unas islas de brumas atlánticas situadas en el quinto pino. ¡Grande Martiánez!

Pero detrás del agua limpita de la piscina hay una larga historia. Un cachito de ella: cuando en noviembre de 1983 comenzó la andadura del CN Salesianos, ya había equipos que llevaban varios años practicándolo. Así, y a pesar de que la primera liga provincial no se disputó hasta la temporada 1981-82, clubes como el Teide o el Martiánez llevaban ya desde mediados de 1978 enfrentándose. En 1979 comenzaron a celebrarse varios torneos en Tenerife, como por ejemplo el I Trofeo Ciudad de Santa Cruz, disputado en la piscina Acidalio Lorenzo con motivo de las Fiestas de Mayo, y que enfrentó a dos selecciones de la isla, la del centro, formada mayoritariamente por nadadores del Teide, y la del norte, formada en su mayoría por integrantes del Martiánez. En octubre se disputaron las Seis Horas, organizadas por el club Echeyde de Santa Cruz, y en la que además tomaron parte el Teide, el CD Tenerife y el Atlántico. Por ese entonces el club Echeyde estaba presidido por D. Juan del Castillo León. Como último torneo celebrado en el 79, mencionar la disputa del I Torneo de Navidad del Puerto de la Cruz.

Hasta la aparición del waterpolo en La Orotava, este deporte se concentraba únicamente en dos localidades de la isla, Santa Cruz y el Puerto de la Cruz. En la capital comenzó con el Echeyde, formado por ex nadadores del Teide, y bajo la tutela y empeño de D. Alberto Chávez Amaro, mientras que en la ciudad turística apareció con el Martiánez, quien creó la sección de waterpolo en junio de 1978, colocando como entrenador-jugador de dicha parcela al ex del Badalona D. Enrique Artola Petit. Luego fueron apareciendo otros equipos, como el Náutico de Tenerife, el Tenerife y el Atlántico, que con ex nadadores como D. Cristóbal Mathieu, D. Paco Buerbaum, D. Carlos Sánchez, D. Nemesio Pérez y D. Enrique Amor, creó en septiembre de 1979 un nuevo club en el Puerto de la Cruz. Inicialmente con estos 5 equipos se organizó en la temporada 81-82 la I Liga Provincial Absoluta, en donde el Atlántico fue el gran dominador.

Ahora cambiaron las tornas, el Martiánez es el puntal y, además, el histórico CN Echeyde-TNT Ingeniería también acaba de ascender a la Segunda División. Bien, coño, bien.

Bajando a tierra y casi en el cielo, ha marchado para ascender a la final a cuatro el Tenerife Rural de baloncesto. ¡Ánimo, gigantes! Y en fútbol parecen aclararse los verdaderos gallitos de la Segunda División. El tres cero frente al Alavés más la seguridad por la clase de los nuestros, los puntos de ventaja y el calendario restante, colocan al CD Tenerife en una posición inmejorable para conseguir el ansiado ascenso.

Pisando suelo, vamos pa´Sevilla a medirnos con un filial ya condenado. Contra pibitos resultones y en el papel de ¡abusadores! cuando ya el Sevilla CF está en Champions y, por lo tanto, sin las coberturas que desde el chico hay que ofrecer al grande. Libres de paja. Así que cuidadito, Richicito y Ricardito. Estos descendidos del biberón juegan bastante más de lo que su posición en la tabla indica, por lo que debemos confiar en que la veteranía y el cuajo sean el grado en imposición a cara de perro. No nos engañemos, van a ser once contra once y van a correr como poseídos por el prurito y porque ellos juegan a cambio de futuro. Esta es su última "operación triunfo" para impactar retinas.

Por lo tanto, en el Tete llega la hora de saber y de imponer. Del bloque y de su peso.