Más concretamente a D. Salvador García Claros, director de la refinería de Santa Cruz de Tenerife.

Dice usted en El Día 08/03/09, cuando se le pregunta sobre el debate de traslado: "La refinería es una actividad industrial extraordinariamente compleja, que no sólo afecta a la unidad de proceso, sino a la logística que requiere. El traslado es imposible. La única posibilidad es una instalación nueva, pero la tendencia normal en el mercado europeo es que no hay posibilidades para refinerías nuevas, sino ampliación de las existentes".

Yo supongo que, efectivamente, el traslado, contemplado como mudanza, es imposible, y cuando usted habla de inexistencia de posibilidades en Europa para nuevas instalaciones se refiere a puntos de refinado, a oferta o a mercado. En Santa Cruz de Tenerife, desde hace muchos años, estamos hablando de un cambio de ubicación. Como en la canción, "un poquito más allá, por favor...", y teniendo en cuenta que el núcleo urbano empieza a rondar el medio millón de habitantes y que el impacto de las emanaciones será menor con una planta nueva, de paquete y engendrada por la NASA, por decir algo.

Si usted me lo permite, vamos a intentar ser positivos y analizar opciones. No perdemos nada. Vamos a suponer que en la isla nos pusiéramos de acuerdo sobre un posible lugar alternativo de ubicación. Tiene que tener un puerto, no muy grande, pero tiene que tenerlo. Hoy, martes, por ejemplo, hay dos buques atracados (dos) en aquel fisco puerto. Creo que el "Faycán" y el "Searling". Es decir, que con algo pequeño (relativamente) sirve. Un muellito apañado.

La cuestión es encontrar un sitio, pero ese es nuestro problema, supongamos que lo hay. Le pregunto con todo el respeto del mundo: ¿los costos de una nueva, moderna y avanzada refinería de última generación, en cuanto a espacio y agresión al medio, serían tan altos como para que el valor de los terrenos que su empresa posee en el centro de Santa Cruz, con la colaboración de ayuntamiento, Cabildo y Gobierno, no los compense?

Partimos de que los estudios sobre el futuro de los combustibles fósiles pintan, si no hay descubrimientos nuevos, un panorama de muchos, muchísimos años e incluso décadas y a lo peorativas sí, las energías renovables sí, pero sabemos que el crudo seguirá y seguirá, hasta que no se invente y/o desarrolle el sustituto.

Fíjese, es posible que si ustedes se mostraran de acuerdo y dijeran ¡vale, si me buscan un sitio de estas y estas características lo podríamos asumir!, resulte que después, y visto lo visto, aquí no haya Dios que se ponga de acuerdo y al final no quede más remedio que tragar humo. No descarto que sea peor el remedio que la enfermedad. Que ponernos de acuerdo sea imposible.

Se trata de soñar. Se trata de una ciudad que ha hecho un esfuerzo muy grande en verdor y pulmones, con un profundo bocado lateral que condiciona otras posibilidades de desarrollo y a la que le gustaría ilusionarse con un futuro más ecológico y seguro. Sabemos que hacen lo posible por no entufar a la gente, sabemos que cuentan con los mejores profesionales -por algo es nuestra gente- y que proporcionan riqueza, pero también nos damos cuenta de que las alternativas de esos espacios pueden ser tan o más rentables a la ciudad como la misma refinería.

Hay que ponderar y sopesar. ¿Podemos hacer algo inteligente de interés conjunto y basado en perspectivas reales de futuro?

Usted es un químico bueno y yo un economista raso. Vamos a seguir suponiendo que viene un ingeniero brillante -conozco uno- y dice que en un tercio de la superficie que actualmente tiene la refinería, con un puertito como el de Güímar, y de madera con arbolitos, en una zona poco habitada, ya degradada y con alicientes para verlo con buenos ojos, se puede construir una refinería que produzca como mínimo unos niveles de emisión tres veces menores a los actuales. Encima, ganado dinero para su empresa, que puede ser bastante y, encima, haciendo que Santa Cruz, de una vez por todas, organice sin este trauma su mejor bienestar.

Creo que haríamos bien, ambas partes, si buscamos a ese ingeniero (o lo que sea) mágico. Es peor hacerlo después tarde y mal. Ya le digo que conozco a uno que se llama "ciencia".

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