Queridos futboleros todos: si la anterior carta estaba claro que iba dirigida a D. Miguel González Concepción, presidente y mayor responsable de los destinos del Club Deportivo Tenerife junto con Santiago Llorente y José Luis Oltra, esta de hoy es fácil adivinar que va dirigida al responsable máximo de la Autonomía Canaria.

Y si en la anterior no hablé del deporte en general, de cultura, turismo y publicidad, sino de un club de "Segunda", en esta segunda parte iré de lo pequeño a lo grande, de lo táctico a lo estratégico. Pero siguiendo con el referente de nuestro club representativo: el que nos representa en todo el territorio nacional? en un segundo plano.

Segundones por las tremendas diferencias que hay entre las dos divisiones. Y es que si en Primera se va al estadio hasta el último domingo porque la meta es permanecer en la División de Honor, en Segunda, cuando a media temporada se ve que matemáticamente el equipo ya no puede ascender la gente deja de asistir. Lo que reduce las entradas, menos dinero, menos aplausos, menos moral. O sea, la pescadilla que se muerde la cola. A la cola también por el abandono, olvido y ninguneo de los telediarios e informativos de las teles y las radios en donde todo lo de Segunda brilla por su ausencia.

Tras este sencillo axioma pasemos del deporte rey al marketing, economía, publicidad y turismo, ante un mapa de geografía política. En España hay 52 provincias de las que sólo 20 pueden ocupar el mapa de Primera. Si a eso añadimos que ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y alguna otra acaparan dos y hasta tres equipos, vemos que en la Primera División española, de 52 provincias, sólo caben 16.

Lo cual no tendría mayor relevancia si no fuera por que en esta España rara, rara, rara lo más importante no es lo más importante, sino que lo más importante es el fútbol.

Me explico: la lectura por parte de los españoles de los tres diarios deportivos más vendidos ¡casi dobla! a la de los cuatro primeros diarios de información nacional.

¡Lo nacional! He ahí otra gran diferencia, porque la Segunda se ve como algo local en donde nos conocemos todos, y se queda en eso; en local. Mientras que en Primera lo nacional se vuelve egoísta y todos los medios se dedican única y exclusivamente a sus 20 equipos; perdón, a sus 16 privilegiadas capitales de provincia. No creo descubrir nada nuevo si les digo que todos y cada uno de los equipos de Primera salen todos los días, a todas horas, en todas las portadas, contraportadas, páginas centrales de los periódicos deportivos y en las páginas deportivas de los no deportivos. Amén del bombardeo de telediarios, radios y programas de toda índole a nivel nacional.

No digamos si, como aquella vez, se nos ocurriera tocar UEFA. No hay dinero en todo el mundo para pagar esa publicidad directa, diaria, continua, constante y repetitiva hasta la saciedad. Y, además, fíjense en lo más importante: ¡totalmente gratis! No hay que pagar nada y el nombre del "equipo/capital" se difunde, redifunde y repite natural y espontáneamente. Y como en estas cosas del fútbol Europa se nos parece un poquito, de esa increíble publicidad nos viene el turismo y de ahí el dinero.

Ya sé, todo hay que decirlo, que el "aficionado" Paulino tuvo sus reuniones al principio de la "nueva era" en apoyo del club. Pero a los políticos se les olvidan las cosas y creo que ahora es el momento de recordárselo y, además, haciéndolo extensivo a consejeros, concejales, diputados y parlamentarios todos, para que no le pongan pegas en apoyo del muy bien denominado "deporte rey"; que no lo es sólo por el deporte, sino, como han visto, por todo lo que conlleva. Más aún, si ocurren desgraciados acontecimientos inesperados.

Y no se enfaden ni se pongan celosos los aficionados ni deportistas de otros estilos y disciplinas porque teniendo al "Tete" en Primera? ¡y haciendo las cosas bien!, todo lo demás vendrá por añadidura. No les quepa la menor duda.

Y no es una quimera decir que se resolverían muchos gastos de educación, cultura, universidades, y, por supuesto, toda clase de deportes.

Entenderá el aficionado lector mi ironía e, iba a decir, exageración, pero en el caso que nos ocupa, el fútbol en España, la exageración, valga la redundancia, no es tan exagerada.

Usted, don Paulino, y su gobierno, con mejor criterio decidirán. ¡Ah!, se me olvidaba lo más importante: que no nos abandone la suerte. Pero la suerte no viene, la suerte hay que buscarla. ¡A seguir trabajando entonces!

* C. D. T. (Cronista deportivo tinerfeño)