Me pongo en contacto con ustedes porque me siento una madre desolada. Tengo una niña de 14 meses que ahora mismo la tengo mala y he acudido al Hospitalito, que es el único servicio de urgencia pediátrico.

El problema que se me presenta es cuando mi hija cae enferma, acudimos a este centro y nos atiende un médico de medicina general. Sé que están cualificados para atender urgencias, pero mi desolación es comprobar que el 90% de las veces nunca hay facultativo pediátrico. La desolación se convierte en pánico cuando a tu hija le diagnostican irritabilidad y enojo (lo tengo por escrito en informe médico) y tú te vas pensando que eres neurótica porque tu hija no tiene nada, pero a la mañana siguiente, al llevarla a tu pediatra, descubres que esa irritabilidad y enojo es realmente una otitis severa.

Lo que quiero denunciar es que si realmente es un centro de urgencias pediátrico, ¿dónde están los pediatras? Porque si yo necesito ir al dentista no vería lógico que me atendiera un traumatólogo.

Desgraciadamente, es el único servicio que presenta Tenerife y donde podemos acudir si tenemos urgencias nocturnas o cuando viene el fin de semana, o un día de fiesta. Hoy mismo he llamado antes de acudir para conocer si había algún pediatra y me comentaron que esa información no podían darla, simplemente la pedí porque no vivo en la capital y para desplazarme y encontrame que quien me atiende a la niña no es pediatra, pues no hubiera ido, la verdad.

Cristo Clavijo González

Probablemente no... o sí

El adverbio probablemente, antepuesto a cualquier premisa, la hace caer en el pozo de la incertidumbre al eliminar aquel cualquier posibilidad de certeza en ésta. Afirmar que probablemente lloverá sólo quiere decir que puede que lo haga o puede que no. No hay ninguna certeza acerca del hecho de que tal meteoro se produzca.

Desde hace poco tiempo, algunos autobuses londinenses circulan llevando en sus costados la siguiente proclama: "Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta de la vida". Como verán, y aparte de las connotaciones ateas, dicha frase induce -en presunta ausencia de la Divinidad- a un hedonismo más o menos descarado, dejando de lado las cosas transcendentes de la vida. Vaya opinión por opinión, en un toma y daca equitativo.

Esta nueva moda, influida, sin duda, por las opiniones y escritos del filósofo inglés y ateo furibundo Richard Dawkins, y otros de su clase, no sólo circula por la capital británica. También ha sido plagiada en algunos autobuses de Barcelona, Madrid y Málaga. Ello me recuerda una frase cuyo autor se me escapa: la ciencia y el saber son difíciles de transmitir; en cambio, las malas mañas se pegan más que la tiña. Dicho sea sin ánimo de ofensa, y allá cada cual.

Si tan seguros están estos librepensadores de la bondad de sus planteamientos escatológicos -a los que, por supuesto, tienen todo el derecho del mundo-, ¿por qué no han recurrido a una afirmación taxativa y sí al posibilismo? No parecen estar tan seguros de sus criterios, lo cual tampoco es de extrañar. El uso del "posiblemente" coloca las apuestas, recurriendo a un símil prosaico, pero certero, en uno a uno. Tanto vale el sí como el no, pero tratándose de una cuestión trascendente, perteneciente al campo de la fe, ni siquiera el prosaísmo racional tiene cabida. Cabe decir, por tanto, y en oposición al lema guagüero, probablemente Dios no exista? o probablemente sí. En todo caso, no creo que esa poco probable probabilidad tenga influencia directa y decisiva en la bondad de la vida para nadie. Es más, me inclino a pensar que la probabilidad opuesta sí que la tiene. Decía el escritor -y católico- inglés G. K. Chesterton: "Cuando las personas dejan de creer en Dios, acaban creyendo en cualquier cosa".

P.D. "Si creo en Dios y existe, ya gané. Si creo en Él y no existe, no pierdo nada" (Blaise Pascal).

J. Lavín Alonso

En defensa del IES Poeta Viana

Hoy quisiera romper una lanza a favor de los profesores y alumnos del IES Poeta Viana, de Santa Cruz. Como hermana y madre de dos hijos que cursaron y cursan sus estudios en este centro, como presidenta del Ampa y como miembro del Consejo Escolar, cargo que regento desde este mismo curso escolar, quisiera poner de manifiesto mi preocupación por ciertos y maliciosos comentarios que me han llegado despreciando la labor de dicho centro, calumniando a profesores y alumnos y vulnerando su integridad, cosa que me parece de una crueldad extrema.

Estos comentarios, siempre mal intencionados, repito, marcan la trayectoria de unos profesionales al servicio de la educación de nuestros hijos, que luchan día a día para que ellos sean mejores personas en un futuro, para que se formen educativamente, para enfrentarse a este mundo de incertidumbres que nosotros les estamos legando y para que, con su aportación, nuestros hijos crezcan seguros y preparados. Unos profesores que cuando les preguntas si están contentos con su alumnado, lo primero que sale de sus bocas son frases como: "Todos, sin excepción, son niños maravillosos".

Quisiera decirle a todos los padres de estos niños que no aparten la mirada cuando se les pida colaboración desde este ampa a la hora de mejorar todo aquello en lo que las Administraciones no nos apoyan. Que escuchen a sus hijos y presten atención a sus reclamos, porque es nuestra, y sólo nuestra, la responsabilidad de que estudien, sean respetados y respetables, y que apoyen a este centro, que parece ser para algunos lo peor del mundo.

Conozcan los recursos con los que cuentan, las carencias que tienen y el buen talante con el que forman esta comunidad educativa. Creo que todos merecemos un voto de confianza y, sobre todo, lo digo por los chicos.

Desde este ampa se intentará por todos los medios colocar en el lugar que le corresponde, tanto a profesores como alumnado y estamos dispuestos a valorar y favorecer todas aquellas iniciativas que nos propongan para el bien de sus hijos. Trabajaremos para contar con actividades extraescolares que reafirmen el contacto y la mejora en sus estudios y lucharemos porque el centro recupere el merecido respeto que en sus 40 años de docencia se ganó a pulso y algunos se empeñan en ensuciar.

Mª de las Mercedes Muñoz Oliva

(Santa Cruz de Tenerife)