Es probable que sólo esté leyendo el artículo por el título. Buscando candidatos con ese, casi siempre, sorprendente grado de morbosidad que llevamos dentro. Puede que hasta con sólo el titular usted tenga ya varios candidatos o candidatas. Es posible incluso que conozca personalmente a más de uno, pero que lo haya desechado porque no cuente con notoriedad pública y sería difícil que usted y yo apuntáramos al mismo blanco. Demasiada casualidad. Siga leyendo. Quizás conozca la noticia y verá que carezco y rechazo la autoridad para conceder premios de tan reservada categoría a nadie. ¿Quién no se lo ha merecido alguna vez? Yo, en más de una. Créanme, aunque por motivos bien distintos a los que se bareman en éste que, además de la comisión de la gilipollez, exige orgullo por haberla cometido.

La revista "El Jueves" ha colgado en su página web un videomontaje donde aparece una caricatura de un locutor de radio recibiendo el premio "Gilipollas del año". En el vídeo -según la emisora de radio en la que trabaja el aludido- aparece el personaje del galardonado dando las gracias a los miembros de la banda terrorista "Terra Lliure" que atentaron contra él en 1981, porque con ello "cambiaron el rumbo de mi carrera. Gracias, gracias, gracias, gracias amigos por esa bala en el cerebro".

El prestigioso y disputadísimo galardón, otorgado por los lectores de El Jueves al personaje público que demuestre menos juicio intelectual o moral y más orgullo por ello, ha recaído de nuevo en el conductor de un programa matinal desde el que regala nuestros oídos con acusaciones de terrorismo, insultos a las minorías, teorías de conspiración y generosos exabruptos fachas.

El aludido ha anunciado en su programa que emprenderá acciones legales contra la revista porque según él el vídeo es un insulto a las víctimas del terrorismo y que como tal acudirá a la justicia. Desde la revista se comunica que el gag empleado es más o menos afortunado, pero que "no han tenido por costumbre hacer humor a costa de las víctimas del terrorismo y sí de los terroristas".

He visto el montaje. Creo que la broma no es acertada. Ni de buen gusto. Como creo que se refiere a las reiteradas declaraciones del señor Jiménez Losantos -no podía ser otro- en las que se jacta de que uno de los momentos cruciales para su giro hacia el fachorío casposo fue el atentado de Terra Lliure en el que, por cierto, el tiro lo recibió en una pierna.

Tengo muy mermada mi capacidad de asombro, pero cada día me suministran una nueva ración de desconcierto. Este señor, que se cree el ombligo de todo, la única cocacola del desierto, que a diario se jalea a sí mismo, que -como dice Matías Antolín- "pregona vino y vende vinagre"; este personaje amargado, "talibán de sacristía" que lo llama el paisano Del Olmo, sentenciado en múltiples ocasiones por sus injurias -pregunten al señor Gallardón, al que llamó poco menos que "simpatizante" de los terroristas del 11-M-, se querella. Desde su escalofriante humildad ha dicho: "A pesar de que no confío en la justicia, voy a ver si me toca un juez decente".

Es curioso que un individuo que se pasa las horas de trabajo insultando -"incompetente, titiritera, analfabeta funcional y estúpida" son los piropos que acaba de dedicar a la ministra de Fomento a la que despectivamente llama "Maleni"- se moleste tanto. No sé si se han dado cuenta -señores de El Jueves- que estamos hablando de un señor que se digna decir a las mujeres ministros cuál es su sitio -la cocina- , a los gays sus derechos -el derecho al paredón-, a la izquierda sus objetivos -bolchevicarlos a todos-, a la derecha su lugar -mucho más a la derecha-, a los jueces su oficio, a los policías el suyo, a los periodistas que no le bailan el agua sus textos? Miren si hay cosas para reírse de este tío y ustedes van a elegir una de las pocas que les quitan razón. Por mucho que se merezca el escarnio de todos los que nos sentimos insultados, sin necesidad de ser gays, de izquierdas, de derechas, jueces, policías o colegas.

Es el colmo del surrealismo. Que quien un día sí y otro también ha estado acusando a la izquierda de aprovecharse de los atentados terroristas se sienta insultado por mucho menos. El mismo que pide libertad de expresión para despreciar, humillar y ofender a diestro y siniestro. Lo peor? que es un tótem para mucha gente. La de la España profunda que no emerge. Los que se creen todo.

Feliz domingo.

adebernar@yahoo.es