EL DÍA 1º de febrero se cumple medio siglo de la Consagración del Santuario de la Santísima Virgen de Candelaria, Patrona General de las Islas Canarias, aunque hasta el 16 no comenzarán los actos conmemorativos de las bodas de oro de tan trascendental acontecimiento, que contará con la presencia del Nuncio de su Santidad en España, monseñor Manuel Monteiro de Castro, el cual presidirá la Eucaristía que se oficiará en el templo en la fecha en que éste cumpla 50 años de consagrado. En este solemne acto religioso será estrenada la "Misa para la Consagración", obra del compositor Emilio Coello.

El templo nuevo, que sustituyó al tradicional que formaba parte del viejo edificio del convento dominico, resultaba demasiado pequeño para la gran afluencia de fieles. Según datos facilitados por los frailes dominicos, el actual santuario, que el pueblo llama desde el principio "basílica", aunque el actual prelado nivariense recientemente haya desmentido que ostente esta calificación que otorga el Vaticano, se venía esperando desde hace 180 años. El santuario inicial fue edificado en la segunda mitad del siglo XVII y lo destruyó un incendio en febrero de 1789. Los dominicos construyeron un nuevo santuario, al que trasladaron la imagen de la Virgen en 1803. En el año 1922 los religiosos, tras salir y regresar a Candelaria, se plantearon una nueva edificación que fue desechada, y, ya llegado a la Diócesis el obispo don Domingo Pérez Cáceres, en 1948, el inolvidable prelado, cuyos restos mortales reposan en el santuario, puso todo su empeño en la finalización de las obras del edificio, que es una obra de arte del arquitecto de Granadilla don Enrique Marrero Regalado, el cual imprimió en el proyecto el sello indiscutible de su saber, que también tienen otros edificios suyos, entre ellos el del Cabildo Insular de Tenerife.

Este periodista participó activamente en aquellos acontecimientos de cincuenta años atrás. En esta columna conté las peripecias de la entrevista que hice en un andamio, a considerable altura del suelo de la Basílica, todavía en obras, al famoso pintor e ilustre paisano José Aguiar, cuando estaba pintando uno de sus murales en la cúpula del edificio. Allí hablamos largo y tendido, el extraordinario artista y un servidor, que publicó el texto de la conversación con Aguiar a tan insólita altura, lo que también fue un detalle interesante para este periodista, que nunca había realizado una entrevista en tan singulares condiciones.

En aquellos años era gobernador civil de la provincia de Santa Cruz de Tenerife don Santiago Galindo, quien hizo suyos la preocupación y el empeño del obispo Pérez Cáceres por la terminación de las obras del templo y la brillantez y solemnidad de los actos inaugurales; los cuales, como en la próxima celebración de las Bodas de Oro de la Consagración de la Basílica, fueron presididos por el Nuncio de su Santidad en España, entonces monseñor Ildebrando Antoniutti.

Recuerdo que a los solemnes actos de la Consagración de la Basílica asistió especialmente invitada por el prelado nivariense, don Domingo Pérez Cáceres, la Redacción de EL DÍA, encabezada por el editor, don José Rodríguez Ramírez, y el director del diario, don Ernesto Salcedo Vílchez. Cincuenta años después no están con nosotros los compañeros Ernesto Salcedo, Luis Álvarez Cruz, Luis Ramos, Estanislao Gómez Landero, José Antonio Padrón Albornoz y algún otro que ahora no recuerdo.