Triquikonas, la única murga femenina en la historia que se ha alzado con un segundo de Interpretación, verá hoy la gran final desde la grada por primera vez desde 2010, la última vez que no pasaron. Su presidenta, Naara Hernández, tiene claro qué fue el fallo de Triquikonas: "Gladis de León y toda su labor". Culpa a la nueva concejala no solo de que Triquikonas no estén en la final, sino de que no haya aunque sea una murga femenina. No por cuota, sino por méritos para estar.

Prefiere no opinar sobre el pase de Triquis, con "Las sombras", que guardó el año pasado, cuando la cantó Simplones en Lanzarote; tampoco se pronuncia sobre si es justo o no el pase de Ni Pico. "Si lo decidió el jurado, así es".

Quedarse fuera de la final "nos da más fuerzas de cara al futuro", asegura. "No vamos a cambiar nuestro estilo porque este año no haya funcionado. Quedarnos fuera de la final no es tampoco lo más duro que nos ha pasado en el Carnaval", añade.

Cuando ya ha visto la mayoría de las murgas, Naara dice que su favorita era Triquikonas, y sin ser su murga, otra, que está en la final de esta noche y que prefiere guardar el nombre. El cambio de formato, sin arrastre de puntuación, ha servido para empeorar las fases. "No entiendo por qué, si la mayoría estábamos de acuerdo, la organización cambió y quitó el arrastre de nota y puso la final a siete".

En general, asegura que "falta humor".