Las siete murgas finalistas del Norte tratarán esta noche de confirmar el salto adelante que han dado este año, que parece imparable y las acerca cada vez más a la clase media alta de Santa Cruz. En algunos casos por encima, y el tercer premio de Trapaseros en la capital es, de nuevo, una prueba evidente. Tras tres fases de calidad, formaciones como Tiralenguas, Irónicos, Puertopotras y Cascarrabias tratarán de desbancar a Trapaseros del trono que, normalmente, ocupan.

De darse ese triunfo alternativo, se produciría una paradoja que dejaría aún en mejor lugar el nivel norteño y cuestionaría si el concurso de Santa Cruz representa ya lo más selecto de este género en la Isla en lo que al cómputo total de formaciones se refiere. De no ganar Trapaseros, los que han obtenido este año el tercer premio en la capital no podrían participar en 2016 en Santa Cruz, salvo que se cambien las bases o se haga una excepción. Por lo visto en las fases, se trata de algo más que factible si las aspirantes mantienen o elevan algo su calidad.

De hecho, y para tratar de salvar dicha paradoja, se comenta la posibilidad de proponer a Santa Cruz que, por norma, la que obtenga uno de los tres primeros repita al siguiente año aunque no venza en el Norte. Como en la antigua copa de Europa de fútbol, cuando el que la ganaba podía volver a disputarla aunque no venciera en su liga.

El recinto de la explanada del muelle del Puerto de la Cruz verá aumentado su aforo de 1.000 a 2.500 personas ante las enorme expectación creada. Baste un solo dato: 400 personas hacían cola ayer en Garachico para conseguir una entrada y ver a la murga revelación, Ferrusquentos, debutante y de ese municipio.

La final la abrirá Puertopotras, muy bien en fase. No obstante, y como pasa con otras murgas, el riesgo es que hayan agotado dos de sus mejores temas por el miedo al pase a una final que, conocedores del creciente nivel, estaba muy caro.

Le seguirán la realejera Irónicos, quienes, con su habitual tono crítico, contundencia y letras bien trabajadas. Tratarán de pasar del año sabático a, por lo menos, "mojar". Según ha podido saber El Día, vienen fuertes.

Subirán luego al escenario, Trapaseros, que repetirán la fase de Santa Cruz, con algunos cambios que aluden exclusivamente al Norte, según adelantan. Lo más probable es que esto se dé con la canción de la marioneta, mientras reservan el belén como carta semitriunfadora.

Pese a tener menos componentes que sus contrincantes, Cascarrabias demostró en fase buena calidad, lo que refrenda a David Padilla. La incógnita es si han quemado o no lo mejor, situación que sí se da, según confiesan, con Ferrusquentos, la gran sorpresa con el histórico pase en su primer año (aunque parece improbable que repitan lo de Pizzicatos en 1999, cuando ganaron en su estreno).

Por historia la gran alternativa sigue siendo Tiralenguas, si bien todo dependerá de la fase, ya que se arrastra la puntuación. Subirá en sexto lugar y suele dejar lo mejor para la final, pero quizás haya cambiado por el mencionado arrastre.

La icodense Risilocas actuará la última y, por quitarse la espina de 2014, cuando no pasó de forma injusta, exhibió también lo mejor en la fase (según admiten), aunque su tema sobre la educación privada es muy mejorable.

De las apeadas, la sensación general es que Apresuradas mereció más, aunque le faltó humor. Miembros claves de Pizzicatos confiesan que preferían no pasar al tener un tema endeble y porque el ánimo es inexistente tras la tragedia de la pérdida de Iván. Otra que se llevó un gran palo fue Ni Pa Tanto, que pudo perfectamente estar.