Con poco público y algo de frío. Así transcurrió la primera fase del concurso de murgas infantiles del Carnaval Flower Power de Santa Cruz de Tenerife, celebrada la tarde-noche del jueves en el recinto ferial de la capital tinerfeña. Una fase en la que actuaron ocho murgas: Frikiwiky''s, Retorciditos, Chinchositos, Melositos, Sofocaos, Mamelones, Revoltosos y El Cabito. El paro, la crisis y el Carnaval se erigieron, para bien o para mal, en el hilo argumental de gran parte de las interpretaciones.

Por encima del resto destacó Mamelones, en los que se notó la mano de Airam Bazzocchi, que en las últimas ediciones del concurso se ha convertido en el "gurú" de los letristas. También sorprendieron Retorciditos, de Granadilla, que se estrenaban en Santa Cruz. Con dos temas muy bien elaborados, si no les hubieran fallado las voces tuvieran colgado el cartel de favoritos para los premios. Además, dejaron una buena sensación Los Revoltosos que, sin alardes en sus voces, cantaron dos buenos temas, y Sofocados, a los que les perdió su segunda interpretación.

Frikiwiky''s.- Empezaron a cantar con menos de 100 personas en el recinto, y eso es demasiado castigo. En su primer tema, "Niños en huelga", protestaron por los continuos paros en distintos ámbitos de la sociedad, y, sobre todo, en el ámbito educativo. "Con mi futuro no jueguen", advirtieron. También reclamaron una escollera para San Andrés, lamentaron los efectos del desempleo en algunas familias y criticaron el retraso en la subvención de Fiestas. Su segunda canción, "El silencio de los neutrinos", se quedó en un quiero y no puedo. Convertidos en inventores, apenas se les entendió por falta de vocalización. Su intención era, dijeron, crear inventos para que este mundo sea mejor. Ahí quedó.

Retorciditos.- Su estreno en el Carnaval de Santa Cruz no les pasó factura, y, si lo hizo, fue solo al principio. En su primer tema, "Yo también estoy indignado", aprovecharon el movimiento del 15M para repartir "cera" al Gran Wyoming -tolete, simplón, tornillo, totufo...-, por sus críticas a los canarios, y al surfero Jael. Además, emocionaron con una referencia a las familias destrozadas por el paro. "Aunque soy pequeño me doy cuenta de los problemas", advirtieron, para, luego, hacer su aportación con el objeto de que la situación no sea más dura: sacar buenas notas y ayudar en casa. En su segunda canción, "Tecnología 2.0", apostaron por un montaje musical valiente, con las nuevas tecnologías como referente. Una enorme BlackBerry, "el juguete de 2012", sirvió de enlace para hacer reír con algunos toques de humor. Si nos le hubieran fallado las voces en algunos momentos de la interpretación...

Chinchositos.- Con Berto Marichal, en lugar de Pedri Rodríguez, al frente, evidenciaron cierta falta de componentes, lo que se notó en el desarrollo de sus dos canciones. En su primer tema, "Allá tú, aquí yo", buscaron interactuar con el público mediante una parodia con cajas, similar al programa que presenta Jesús Vázquez, pero se les rompió el ritmo. Con todo, le dieron las "gracias" a Fiestas por la merienda del año pasado, y se rieron de la pronunciación del "canarión". En su segunda letra, "Somos niños, pero nos damos cuenta", se pusieron más serios para criticar asuntos internos de la fiesta, y otros. Lamentaron que les "obliguen" a salir en el coso, y a la falta de profesores en los colegios. El final se lo reservaron para dar un "toque" a la Federación de Murgas Adultas por no defender a Diablos Locos, después de las críticas recibidas por subir a cantar al hijo del director en 2011. Lo mejor, su dedicatoria a los fallecidos Cotena, miembro de Bambones, y Manolo Monzón, fundador de Los Rumberos.

Melositos.- Sin Dailos Gómez -formó Buscarruidos, aunque no llegó a salir-, sorprendieron con dos directoras sobre el escenario, Natalia Aguilar en la parte musical y Coraima en la artística. En "Mamá, papá, quiero ser artista" parodiaron a un joven que quiere ser artista, "salir en las revistas", e, incluso, ser murguero. Les falló la vocalización, pero sorprendieron con la proyección en las pantallas de rostros de humoristas conocidos como Chiquito de la Calzada y el desaparecido Eugenio. En su segundo tema, "Niños sí, pero tontos no", mejoraron en vocalización. Se disfrazaron de mayores para defender los sebadales de Granadilla, narraron la tristeza de un niño cuando una madre llora porque no puede pagar la hipoteca y contaron las dificultades de un hermano licenciado que no encuentra trabajo. "Para trabajar aquí tenemos que ser amigo del primo del concejal", clamaron.

Sofocados.- Tras una presentación espectacular, los segundos en Interpretación en 2010 y 2011 arrancaron con "De probeta en probeta voy buscando mi fórmula secreta". De inventores, con peluca negra y camisa blanca, que recordó a Triquis, buscaron convertirse en mayores, pero la receta les falló, hasta convertirlos en "El Batu". Cuando lograron dar con la pócima, conocieron la realidad de los adultos, y no fue tan buena como esperaban: viven "estresados" con tanto trabajo, por tanto, "mejor seguir siendo niños". En su segunda canción viajaron en locomotora de Valleseco al lejano Oeste, donde vivieron las peripecias propias de este lugar. Muy bien en voces y vocalización, a esta última letra le faltó algo de chispa.

Mamelones.- Marcaron un antes y un después en la fase. Arrancaron su presentación criticando, con un "toque" a TVAC por no emitir su concurso. Luego llegó "El club de fans". Mezcla de crítica y humor, dejó destellos para no olvidar. Se convirtieron en fervientes seguidores de Justin Bieber, de Paquirrín y de las princesitas Disney. Dijeron envidiarles su fama, su dinero y forma de vida, para acabar admitiendo que no vale la pena admirarlos. "Gracias a mis padres que me han sabido educar", cantaron. Con "El musical de Mamelones", cantado a la perfección pero cuya letra resultó difícil de seguir, reclamaron, con ballet incluido, más apoyo a la cantera. "No la dejen morir", concluyeron. Apuntan a algo grande.

Revoltosos.- Les tocó cantar tras la explosión de Mamelones, y lo hicieron sin complejos. Sin alardes en sus voces, en su primer tema, "Las cosas claras", denunciaron la muerte de Marta del Castillo a manos de unos "machangos" y la de los hermanos de Vistabella, un suceso ocurrido hace apenas un mes. También criticaron al Gobierno canario por no enseñar lenguaje de signos, momento que aprovecharon para dirigirse al público de esta manera (lograron los aplausos del público), y a los bancos que se quedan con las casas de muchos padres. En su segunda letra, "La Feria", narraron con humor un día de la familia en las atracciones. Llevaron los cochitos locos, el saltamontes y la casa del miedo al escenario. Cumplieron y se divirtieron, y se notó en su despedida, con el público en pie.

El Cabito.- Tuvieron la mala fortuna de salir los últimos, aunque no se notara en la energía de su joven directora, Nayara Vera, que fue lo mejor de la actuación. Interpretaron "Construcción de un murguero", una crítica, con rap incluido, a la situación de Santa Cruz y al periodista de esta casa Humberto Gonar, "que no sabe lo que es ser murguero". Terminaron definiendo lo que se siente siendo miembro de una murga. Costó entenderles. En su segundo tema, "Ohhh, ¿qué hago yo aquí?", dividieron la murga en dos -como hicieron Singuangos y Triquis-, y enfrentaron a un grupo crítico con otro lírico. "Pareces una momia", cantó la murga; "no entiendo los movimientos que haces", le respondieron. Mejoraron con respecto al primero.

Ayer, en la segunda fase, de la que se informará mañana, actuaron Rebobinados; Los Pita Pitos; Desinquietos; Los Piratas; Raviscuditos; Distraídos -primer premio de Interpretación en 2011-; Castorcitos; y Paralepípedos.