La portavoz de Cultura del Grupo Parlamentario Socialista, María Victoria Hernández, emplazará al Gobierno, a través de una proposición no de ley, a que se les otorgue la Medalla de Oro de Canarias a las asociaciones de la Memoria Histórica.

La diputada pedirá al Pleno del Parlamento que se tramite esta propuesta porque "ha llegado el momento de reconocer la labor de las asociaciones de la Memoria Histórica de Canarias, aún con el convencimiento de que esto es insuficiente para resarcirles del dolor que aún no han logrado cicatrizar en las familias que perdieron asesinadas a un familiar o sufrieron torturas, detenciones ilegales e incautación de bienes", afirmó.

"Son centenares de familias canarias, que aún, después de 80 años, continúan buscando los restos mortales de familiares y vecinos", expone el texto de la Proposición.

La primera excavación con autorización judicial que se realiza en España se lleva a cabo el 7 de mayo de 1994, hace 23 años, en los montes del municipio palmero de Fuencaliente, en la zona conocida como Pino del Consuelo. En esta fecha, un grupo de familiares de represaliados y ejecutados durante la Guerra Civil localizan esta fosa común con cinco cadáveres que tienen señales de muerte violenta con perforación del cráneo por balas. En 2007, muy próximos a la citada fosa, se encuentran otros ocho cadáveres.

En Gran Canaria, las asociaciones de la Memoria Histórica han puesto en marcha, con resultados positivos, la búsqueda incansable de los Pozos del Olvido.

En Canarias existen tres asociaciones (Gran Canaria, Tenerife y La Palma) que sirven para asesorar otros casos en el resto de las islas. Estos colectivos se constituyeron jurídicamente a partir de 2007, cuando la Ley de Memoria Histórica "vino a ordenar lo que ya era un clamor de toda España y que fue el Partido Socialista quien la puso en marcha", asevera la diputada.

La Ley de Memoria Histórica 52/2007, de 26 de diciembre, dio cobijo a las demandas que se iban indicando desde las Asociaciones. "Han sido ellas la que continuamente, con diferentes actos, reconocimientos, excavaciones, publicaciones, exposiciones, han mantenido la memoria de los hechos lamentables de la sinrazón, del enfrentamiento entre diferentes postulados políticos entre 1936 y 1978 y con el triste resultado de ejecuciones y represalias sin causas, motivos y garantías mínimas judiciales", concluye.