Desde la séptima planta del edificio de la avenida Tres de Mayo, el director de El Corte Inglés en Canarias, Gustavo Rodríguez, echa la vista atrás para recordar los 40 años de presencia del grupo en las Islas, la proyecta al futuro para esbozar los planes de la empresa y dibuja un presente que ha dejado atrás la crisis.

¿Cómo han transcurrido estos cuarenta años de actividad de El Corte Inglés en Canarias?

El Corte Inglés ha caminado a la misma vez que el mercado canario. Ha ayudado muchísimo en la economía. Cuando se abre hace cuarenta años el primer centro, en Las Palmas, fue una revolución en todos los sentidos. Había público de todas las islas que iba a comprar allí. Cuarenta años después seguimos estando entre los primeros centros con una oferta muy amplia y muy al día. Nuestra obligación es satisfacer al cliente cada día cada vez que entra por la puerta de cualquiera de nuestros establecimientos.

¿Cómo ha evolucionado la generación de empleo en el grupo?

Tenemos contratada muchísima gente. Además, en campaña, como en Navidad, se contrata sobre un 10% más. En Tenerife tenemos unos 900 trabajadores y en Navidad podemos llegar a los mil. En Canarias son unas 5.000 personas entre todas las empresas del grupo. Ya hay 92 puntos de venta de empresas de El Corte Inglés en Canarias, y seguimos creciendo.

¿Tienen problemas para cubrir algunos perfiles profesionales?

Hoy día, no. El canario está muy formado. Tenemos grandes profesionales. Además, el Corte Inglés invierte mucho en la formación de su gente. Es una parte fundamental, porque el cliente cada día sabe más. Somos un gran almacén, vendemos casi de todo, y debemos tener grandes profesionales en el mundo de la moda, y, dentro de él, en mujer, caballero, joven? En electrónica debemos tener lo mejor de lo mejor. El cliente viene a El Corte Inglés a informarse, a saber más de ese producto que quiere comprar.

¿Cómo captan esas demandas cambiantes de un cliente también cambiante?

Con el día a día. Nos llega muchísima información todos los días, de todos los productos, campañas, tendencias en todos los sentidos, novedades? Tenemos que estar informados, y nuestros equipos también. Sabemos por dónde va a ir el cliente.

La gastronomía ha adquirido un papel especial.

Muy especial. Cuando el cliente entra a un centro comercial o a un gran almacén no solo busca comprar, quiere una experiencia. Dentro de esa experiencia está la parte gastronómica. Esa una parte fundamental y estamos mejorando muchísimo esa división.

¿Prevén nuevas implantaciones?

En cuanto a las empresas del grupo, sí. Seguiremos creciendo con Supercor, con agencias de viajes? En cuanto a grandes almacenes, hay que estudiarlo muy bien. Es una gran inversión, que necesita un retorno. A día de hoy no hay planes de abrir ningún nuevo gran almacén. Estamos muy contentos con los que tenemos y cada día los mejoramos. De hecho, este centro de Tenerife experimentará el próximo año una reforma importante, porque nos lo exige el mercado, no solo el cliente, sino también la competencia.

¿Qué tipo de reforma será?

Vamos a intentar dar más metros a algunas divisiones y a cambiar y modernizar algunas implantaciones. Este centro tiene 16 años y necesita una reforma. Vamos a traer nuevas firmas, a ampliar la oferta gastronómica y a modernizar todos los espacios.

¿Cómo afectó la crisis a El Corte Inglés?

Como en todas las empresas, las ventas se resintieron. Donde primero afecta la crisis es a una parte del consumo. Intentamos, y lo conseguimos, mantener la plantilla. Tuvimos que reducir en partidas como márketing. Pero la hemos pasado con mucho criterio y haciendo muy bien los deberes. Eso nos ha permitido estar muy fuertes ahora y trabajar para estos cambios que comentaba. Tenemos una gran plantilla, muy profesional, que ha sabido entender también lo que es la crisis.

¿Qué supone estar situados en una región que recibe más de 15 millones de turistas al año? ¿Ha permitido el auge turístico paliar el descenso en el consumo local?

Sí, con mayúsculas. Canarias vive del turismo, y tenemos que ser muy responsables con eso. Este centro está en Santa Cruz, una ciudad abierta al turismo, que no se puede permitir no abrir los domingos, como está ocurriendo en una parte del municipio. Estamos trabajando con el ayuntamiento, porque el turista no entiende cómo llega un domingo y no están abiertas las grandes superficies. También sería bueno para el público local; hay mucha gente que no puede comprar entre semana.

¿Aboga por liberalizar los horarios comerciales?

Sí.

Los sindicatos y el propio comercio local se oponen.

Abrir los domingos supone más empleo y más economía; trabajan más los taxis, los hoteles, la restauración y el propio comercio local. El crucerista que llega aquí un domingo y quiere una ciudad moderna, turística, se encuentra con que la mitad de la ciudad está cerrada y no lo entiende. Respetamos mucho la conciliación familiar, la tenemos muy presente. Pero un negocio como El Corte Inglés o como cualquier centro comercial no se puede permitir el lujo de cerrar en domingo cuando hay un competidor que se llama internet, que abre 365 días al año, 24 horas al día, y en el que puedes comprar donde te dé la gana y no entiende de sindicatos ni de impuestos locales. Es un gran competidor para todo el comercio, pequeño o grande, y no deja nada aquí.

¿Qué receptividad han encontrado en el ayuntamiento para esa apertura dominical?

Llevamos casi dos años trabajando eso y no es fácil, pero ahí seguimos, luchándolo.

Volviendo al turismo, ¿hacen campañas en los mercados de origen?

Por supuesto. Se hace a nivel nacional, y aquí en Canarias trabajamos mucho la parte de África, en Gran Canaria, y de Rusia, en Tenerife.

Se dice que la próxima campaña de Navidad será la mejor de los últimos años.

Hay mucha alegría, y eso es bueno. No sé si será la mejor o no, cuando termine lo podré decir, pero estamos trabajando muy fuerte para que así sea. El centro no puede estar más bonito. Se vive la Navidad desde que entras. Ayer (por el jueves) tuvimos el encendido de Navidad y fue precioso. Tenemos la mejor planta de artículos de decoración de Navidad, nunca ha habido nada igual. Eso hace que el cliente, cuando entre, se sienta a gusto y no quiera irse.

¿Cómo compite el Corte Inglés con cadenas de precios bajos?

Tenemos nuestro propio ADN. El Corte Inglés es calidad, es servicio y el cliente es lo más importante. Eso es difícil de copiar. Somos muy competitivos en precios, tanto en alimentación como en el resto de divisiones, y se puede comprobar. La ventaja que tiene El Corte Inglés frente a otras grandes superficies es que cuando el cliente entra se siente escuchado y se va tranquilo porque sabe que ha hecho una compra segura.

¿Qué cree que le falta a la zona donde se encuentra el centro de Tres de Mayo?

Es una zona que está creciendo, también desde el punto de vista residencial. Está muy bien comunicada. Tal vez necesite más zonas verdes, parques? También una avenida transitable que llegue hasta aquí. Vivimos cerca del mar y es una pena que no podamos disfrutar de una costa en condiciones. Pero todo llega; creo que hay grandes planes en marcha.