"Después de la venia y acompañando a la procesión se interpreta y se danza el Baile de la Virgen en sus diferentes toques como se denomina a los ritmos". Se trata en este caso de la Virgen de los Reyes, la patrona de El Hierro, que hace unos días volvió a reunir en su santuario de La Dehesa a sus hijos.

La intención es revivir la celebración que, en un pasado no tan lejano, conoció mejores momentos en cuanto a afluencia de público se refiere. Pese a todo, los herreños celebraron la festividad con misa y procesión.

Pitos, chácaras y tambores, amén del cuerpo de baile, llenaron el recinto anexo al santuario para, como manda la tradición, dar la Venia a la Madre Amada justo antes de comenzar la función religiosa presidida por Bernardo Álvarez, obispo de la Diócesis Nivariense, y concelebrada con los sacerdotes de la Isla del Meridiano.

Una vez terminada la misa comenzó el recorrido procesional. Del Santuario a la Piedra de los Regidores con su correspondiente descanso. De ahí a la Cueva del Caracol -donde la venerada imagen tuvo su primera morada en la isla, de mano de sus protectores, los pastores- y regreso al santuario. Todo el trayecto, la Virgen estuvo acompañada, además de por los fieles, por la tradición musical y bailable que otorga identidad propia al pueblo herreño.

Desde todos los pueblos de la isla partieron para peregrinar durante la noche y estar a tiempo en La Dehesa. Los más tempraneros habían hecho el camino al caer la tarde y pasaron la noche en las cuevas adyacentes a la de El Caracol.

Algunas promesas llevaron a hacer el camino de rodillas y en completo silencio. Para llegar había que caminar toda la noche, alumbrándose con faroles; de ahí que a esta peregrinación se la conozca como "la de los faroles".

A la llegada al santuario y después de reponer fuerzas las parrandas animaron la noche. En alguna ocasión incluso se organizaron verbenas. Pero eso quedó atrás. Algunos nostálgicos quieren recuperar la tradición y en ello están.

En esta edición de 2017, algo más de 400 personas -según estimación de la Policía Local de La Frontera- se dieron cita para rendir culto y homenaje a Nuestra Señora de los Reyes. Nada que ver, en cuanto a la afluencia de peregrinos se refiere, con la reciente edición de la Bajada. Esto lleva a los incondicionales de la celebración a intentar que en futuras ediciones se recupere la afluencia de fieles. Aunque más que con faroles se alumbren con linternas o las cuevas tengan iluminación a través de generadores eléctricos. Son las cosas del progreso.

La tradición continúa, como el amor a la Madre Amada. En septiembre de 2018 será la nueva cita.