Suele pasar que, en muchos plenos, la noticia está más en los pasillos que dentro. Ayer fue uno de esos días por la incertidumbre sobre el pacto o no entre CC y PP. Sin embargo, y al menos en las preguntas, la cosa tuvo sustancia, su aquello. Para empezar porque la portavoz de Podemos, Noemí Santana, le reprochó de forma contundente a Clavijo que dijera que quiere que Canarias sea como Dubai. Por supuesto, la diputada no le hizo caso al matiz clave del presidente sobre que solo pretende que, como Dubai, las Islas sean un referente de negocios que dinamice la economía y mejore el empleo. Por el contrario y siguiendo su guion, Santana hizo una detallada y justificada censura de los desmanes laborales, los atentados a los derechos humanos, la libertad de prensa, la mujer o los homosexuales en Dubai. Eso sí, le dejó la pelota botando para que Clavijo le devolviera esa descripción, casi en un revés tenístico, para decir que parecía más bien que hablaba de Venezuela. Su bancada, por supuesto, le aplaudió a raudales.

Poco después, sin embargo, fue Patricia Hernández la que llamó la atención al evocar al genial Javier Krahe para ahondar en su crítica a Clavijo por "mentir" con las listas de espera. El problema es que lo hizo con parte de un tema ("Cuervo ingenuo") que Krahe hizo expresamente contra Felipe González y los incumplimientos del PSOE del 82 al 86, sobre todo por la OTAN, lo que no deja de chirriar ahora que los 80 están tan de moda.

La parte bondadosa vino por la tarde, cuando Román llamó al vicepresidente "buen chico", lo que Pablo Rodríguez aprovechó para ironizar cuando pudo, por mucho que, quizás, pronto deje su sillón.