El personal de enfermería del Hospital Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC), sigue utilizando los ordenadores para controlar el programa de gestión del historial clínico (Drago) en las mismas condiciones que hace cuatro años, cuando fueron denunciadas por el sindicato de enfermería Satse.

El centro aseguró haberse reunido con el sindicato para abordar esta cuestión, realizándose una visita "in situ" a las unidades correspondientes, junto a técnicos de la subdirección de Ingeniería del Hospital, para valorar acciones correctoras. Mientras, Satse afirmó que desde 2013 "se ha subsanado la situación en algunos puestos, pero no en todos".

En julio de 2013, la representación sindical informó de que, como consecuencia de la implantación del programa Drago, había solicitado la evaluación de los puestos de trabajo de enfermería en los que se habían colocado ordenadores.

Esta petición surgió a raíz de que muchas de las zonas donde se habían colocado los ordenadores no eran adecuadas para el trabajo del personal de enfermería. "Es un espacio sin condiciones mínimas de confort", explicó Ramona Mendoza, portavoz de Satse en dicho centro. "La luz es insuficiente y no está adecuado climáticamente", aseguró, "algunos enfermeros deben encaramarse para poder trabajar en el portátil y muchas veces deben sentarse en butacas sin apoyos". Además, insistió en que en algunos de estos puestos hay neveras o armarios debajo del ordenador que impiden al profesional colocar las piernas en una posición adecuada.

En septiembre de 2013, una vez realizada la evaluación de los puestos de trabajo, Satse volvió a solicitar informes de la evaluación y las propuestas técnicas para disminuir y/o anular dichos riesgos.

Tras no recibir la respuesta esperada, el sindicato interpeló una denuncia a la Gerencia del centro y a Inspección de Trabajo con el objetivo de que se tomaran las medidas correctoras adecuadas. Cuatro años más tarde, Mendoza asegura que esto sigue afectando a la "salud de los profesionales".