La Comisión Europea ha recomendado a las regiones europeas con un "crecimiento bajo", entre las que se encuentran las comunidades autónomas españolas de Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia, Canarias y Melilla, la adopción de reformas estructurales para impulsar un entorno más favorable a la inversión.

Bruselas publicó la semana pasada el informe sobre las regiones de la Unión Europea con "bajo crecimiento" y con "renta baja". En el documento, la CE establece que las prioridades en estas regiones deben ser flexibilizar el entorno empresarial mediante una reducción de la burocracia, el tiempo y los costes que supone la creación de empresas y la gestión de pymes, aumentar la eficiencia, la transparencia y la rendición de cuentas de las administraciones y los servicios públicos y modernizar los procedimientos de contratación pública a través de herramientas digitales.