El volcán de El Hierro pasará a la historia como el primero monitorizado en directo desde mucho antes de su nacimiento, y con tanto detalle, que quizás permita empezar a entender qué fenómenos en el Atlántico anuncian con años de antelación que hay una erupción en ciernes en Canarias.

Los geólogos llevan décadas debatiendo si el vulcanismo de Canarias es el resultado de los movimientos tectónicos de la región del planeta donde se encuentran las islas o de una pluma por la que emerge magma del manto terrestre en ese punto concreto del océano, dos tesis que cuentan con pruebas y prestigiosos partidarios.

"Sin embargo, la potencial relación entre esos dos procesos geodinámicos nunca se ha establecido, probablemente porque la frecuencia de erupciones en estas islas es relativamente baja, 16 en los últimos 600 años, y porque hace pocos años que disponemos de datos de instrumentos de monitorización", apuntan los vulcanólogos Carmen López, Laura García-Cañada, Joan Martí e Itahiza Domínguez.

Estos cuatro científicos del Instituto Geográfico Nacional (IGN) y el Instituto de Ciencias de la Tierra "Jaume Almera", del CSIC, defienden que la erupción submarina de El Hierro fue el resultado de un proceso que comenzó antes, que involucra a un área geográfica muy extensa y que emitió varios avisos previos. Proponen monitorizar los seísmos y la deformación del terreno en el área del Atlántico entre Azores y Marruecos, "para evaluar los riesgos de futuras erupciones".