Ayer, un año más, como cada 12 de diciembre, la Universidad de La Laguna (ULL) honró la memoria de Javier Hernández Quesada, el estudiante abatido por los disparos de las fuerzas de seguridad durante una protesta estudiantil en 1977 y que se ha convertido en un símbolo de la lucha por las libertades para toda Canarias.

El homenaje consistió en un sencillo acto celebrado en el mismo lugar del Edificio Central donde se produjo el trágico incidente, durante el cual los vicerrectores de Estudiantes y de Investigación, así como otros cargos académicos de la ULL, depositaron un ramo de flores en recuerdo al alumno en el 39º aniversario de su muerte. En ese espacio se colocó hace unos años una placa que también rinde homenaje al joven y que recuerda el trágico suceso.