Intersindical Canaria invitará al resto de sindicatos a organizar una respuesta conjunta ante "la agresión" que a su juicio sufre la sanidad pública, y que propone comenzar con el regreso a la jornada de 35 horas semanales en vigor hasta 2012.
El sindicado afirma en un comunicado que la situación del sector es de extrema emergencia y la peor crisis de los últimos 40 años, por lo que convocará jornadas de desobediencia laboral en el conjunto de centros de las islas.
Intersindical Canaria insta al Ejecutivo canario a que busque la financiación económica que se precise en otras partidas, como pueden ser los fondos del ITE, que ascienden a 160 millones de euros, para que sean destinados a cubrir las necesidades reales en materia sanitaria.
Solicita además que se reclame la deuda histórica por el déficit de financiación de Canarias y que asciende a unos 2.500 millones de euros, y señala que el consejero Jesús Morera en julio de 2015 renunció a dicha partida.
Demanda también que se recuperen las partidas presupuestarias de dinero público consignadas a la privada concertada para que sean invertidas en la sanidad pública.
Solicita además la retirada de todos los incentivos de los directivos que supusieron en 2015 unos 800.000 euros.
También pide un reparto presupuestario más adecuado "desviando fondos de aquellas partidas no esenciales y de nula relevancia social, como son la Radio Televisión y Policía Canaria, propuestas de trenes y vías de tranvía innecesarias u otras inversiones de nula rentabilidad social en Canarias como las destinadas a la Astrofísica".
"Visto el aterrador panorama de la sanidad pública, este mal Gobierno debe plantearse como una de las opciones el devolver las transferencias al Gobierno español por su incapacidad y la negativa gestión desarrollada en la sanidad pública", agrega IC, que alude también a que la situación va a empeorar para los pacientes.
Sostiene también que "muy pronto" se ha venido a confirmar que, además "de mal gobernar", el presidente Fernando Clavijo y el consejero Jesús Morera "nos han estado vendiendo humo" con los planes de Salud y de Urgencias, de los que "nunca más se supo, y se demuestran irrealizables cuando no se dispone ni para la asistencia básica diaria".