El juzgado de lo Contencioso Administrativo número 4 ha condenado al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria a pagar 6.635.856 euros, más otros 628.553 euros en concepto de intereses de demora, a la empresa mixta de aguas, Emalsa, por el impago de las facturas de enero de 2013 a abril de 2014.

Una nota del ayuntamiento informa de que se trata del servicio de saneamiento que el anterior gobierno municipal se negó a abonar a esta compañía.

Según el ayuntamiento, la sentencia reconoce el derecho de Emalsa a cobrar estas cantidades en virtud del contrato para la prestación del servicio de saneamiento firmado entre la empresa de aguas y el ayuntamiento capitalino en febrero de 1998.

Esta sentencia es la consecuencia de un recurso interpuesto por Emalsa contra el consistorio en mayo de 2014, tras comprobar que el anterior gobierno municipal no atendió hasta en cuatro ocasiones (septiembre, noviembre y diciembre de 2013 y mayo de 2014) otras tantas reclamaciones del abono de la factura de saneamiento desde enero de 2013.

La nota señala que el anterior gobierno se opuso a este recurso al considerar la inadmisibilidad del mismo por considerar que Emalsa reclamaba las facturas de forma extemporánea.

El ayuntamiento indica que este argumento, sin embargo, es rebatido por el juzgado, que asegura que "no puede apreciarse extemporaneidad de la vía jurisdiccional cuando la propia administración ha incumplido su deber de resolver expresamente, no habiendo merecido contestación alguna las reclamaciones y solicitudes deducidas por la actora".

La sentencia califica de "sorprendente" que el ayuntamiento, en aquel momento, pretendiese excluir el pago de algunas facturas con el argumento de no haber transcurrido el plazo estipulado para su abono, cuando queda demostrado que el anterior gobierno local devolvió a Emalsa la totalidad de las facturas reclamadas, "evidenciando de esta manera su clara voluntad de no proceder a su abono".

El Juzgado rechaza como argumentos las razones esgrimidas por el anterior gobierno para no abonar estas facturas, como que Emalsa estaba inmersa en dos procesos penales.